Rodrigo Álvarez, exconvencional UDI: “Ahora todo el mundo reconoce que la propuesta de Constitución tiene deficiencias serias... el acuerdo del oficialismo podría beneficiar al Rechazo”

El también exvicepresidente adjunto de la Convención acusa que el oficialismo está haciendo una maniobra electoral "desesperada" y a "última hora", lo que le da la razón a la derecha de que la propuesta de nueva Constitución tiene normas que deben ser modificadas. Este reconocimiento, dice, podría provocar que algunas personas se inclinen a no aprobar en el plebiscito de salida.


El exconvencional constituyente, Rodrigo Álvarez (UDI), miró con atención el acuerdo al que llegó el oficialismo para comprometer reformas que cambien la propuesta constitucional si es que gana el Apruebo. A su juicio, el pacto terminará convertido en una estrategia electoral que la izquierda no será capaz de cumplir.

¿Qué le pareció el acuerdo del oficialismo?

Me parece fundamentalmente una estrategia electoral. Se dieron cuenta que los chilenos tienen tan mala visión del texto que tienen que entrar a dar algunas señales electorales, y eso se nota. Lo segundo es que me parecen absolutamente insuficientes. Hay muchos temas extraordinariamente equivocados y complejos en la propuesta del texto constitucional. El plurinacionalismo e indigenismo extremo, un ambientalismo radical, la eliminación del Senado, la estructura de atribuciones de algunas cámaras, entre otros. Y en tercer lugar, me parece que lo que están haciendo es darnos la razón después de habernos criticado durante semanas por lo que decíamos: que acá había problemas en derechos sociales, en estado de emergencia, en la falta de precisión en la justicia. Lo grave es que esto son simples declaraciones de partidos políticos. Porque no pueden asegurar el cumplimiento. Ya lo ha dicho el presidente del Partido Comunista. Primero porque no tienen los votos, segundo porque muchas materias requieren necesariamente el consentimiento indígena y eso probablemente no se va a dar. Y en tercer lugar porque tuvieron la oportunidad, y por eso no es creíble, todas estas materias las dijimos en la Convención y en ese momento no estuvieron dispuestos a aprobarlas.

¿Lo ve como una medida desesperada del Apruebo que está por debajo del Rechazo en las encuestas?

Sin duda alguna que es una maniobra de última hora bastante desesperada en muchos aspectos por tratar de corregir un texto que en sí es malo. Lo impresionante de esta declaración, que insisto es un mero acuerdo no son cambios, es que reconoce lo malo que es el texto, lo malo que fue el trabajo de la Convención y los profundos errores que tiene. Lo que pasa es que lo hacen de manera tardía, insuficiente y además de una forma en que no pueden asegurar su cumplimiento.

Se ha criticado también la forma: la derecha acusa que fue una cocina entre cuatro paredes.

Yo agregaría a eso que hay una crítica formal muy grande y que está enlazada con estilos democráticos. Acá este proceso se suponía que iba a ser siempre público con la mirada clara de la ciudadanía y lo que se hace es una cocina constitucional a espaldas de los convencionales. Por eso es que muchos de ellos están molestos. Pero lo más grave, es que haciendo esto apenas cinco semanas después de terminada la Convención. Todo esto lo pudimos haber cambiado hace exactamente seis semanas. Todo lo dijimos y lo hacen ahora de espaldas al propio procedimiento que crearon y bastante desesperadamente.

Uno podría decir lo mismo de la derecha. Que se opuso por años a los cambios constitucionales y ahora recién se comprometen con esta carta de diez compromisos públicos a reformar si es que gana el Rechazo.

Es muy distinto por varias razones. Nuestros compromisos fueron hace siete semanas cuando no había cercanía de las elecciones. Reconocimos nosotros mismos que eran necesarios más allá de posiciones del pasado. Sí actuamos en lo que más se necesita para poder aplicar eso, que es la rebaja del quorum constitucional. Y nuestros votos estuvieron. Cuando hemos hecho compromisos los hemos cumplido, como la reforma constitucional del 2005.

¿Y los compromisos de la derecha son más creíbles? Tampoco están en la propuesta que se vota, fue una palabra de políticos y es de un sector que está empatado en el Congreso y que tampoco tiene mayoría.

Yo creo que sí. Porque fue hecho en su debido tiempo y no a la desesperada cuando quedan 20 días para la elección.

¿Acaso no fue también una estrategia electoral lo que hizo la derecha de comprometer reformas de cambios si gana el Rechazo? Al sector no se le cree su disponibilidad para los cambios.

No, al contrario. Si hubiera sido solo por fines electorales probablemente lo habríamos hecho en otro periodo. Entendíamos que era necesario despejar desde el principio de esta discusión. Todos dijimos antes del 4 de julio pasado que estábamos disponibles para hacer cambios e hicimos acciones concretas.

¿Este acuerdo afecta al Rechazo? Porque se moderaron posturas que incomodaban del texto para facilitar la opción Apruebo.

Hay que insistir que esto no son cambios. No es que quedó modificado lo que va a votar la gente el 4 de septiembre. Son meras declaraciones que no pueden cumplir y son insuficientes. Pero al menos la gente ahora podría darse cuenta que al fin ahora reconocen que estos puntos estaban mal. ¿Cambiará esto el resultado electoral? Los chilenos se van a dar cuenta claramente de que esto es una maniobra electoral de última hora. Y que no tiene una sustancia mayor que no creo que altere el resultado. Al contrario, la gente ahora sí se da cuenta que el texto que se va a votar es tan malo que varios que hace seis semanas lo aprobaban, tienen que reconocer que tiene decenas de temas equivocados.

¿Entonces podría favorecer al Rechazo? Si hay consenso de los dos sectores políticos de que la propuesta tiene normas que deben ser modificadas.

Ese va a ser el efecto mayor de esto, que ahora todo el mundo reconoce que tiene deficiencias serias, problemas graves. La definición de los chilenos no va a pasar por este acuerdo. Ni a favor ni en contra. Porque se van a dar cuenta que es una maniobra electoral que no está garantizada en su resultado. Y en el caso del Rechazo porque la gente tiene otras razones y otros argumentos más profundos para optar por esa opción. Espero que ojalá sea así (favorecer al Rechazo) me da la impresión de que a los chilenos les molestan las estrategias de ultima hora, que los chilenos se dan cuenta que están tratando de cambiar tanto el procedimiento. En esa línea podría beneficiar al Rechazo, porque la gente va a tener muy claro primero que la Constitución está mala y de que fue una maniobra a última hora y que no pueden cumplir lo que aseguran.

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