Se acaba la era de Aróstica en el TC: Las reformas que se esperan de María Luisa Brahm (y las dudas que genera)

"El tribunal está en una situación incierta por la presidencia de Aróstica que ha sido muy fallida", dice un ministro del TC que confía en que Brahm iniciará cambios profundos en la forma de operar del tribunal. Aun así, en la oposición plantean una interrogante sobre su cercanía con Piñera.


Mañana, a las 10 am, el pleno del Tribunal Constitucional votará la nominación de su nuevo presidente, terminando así con el periodo de dos años de Iván Aróstica. 

Si se respeta el pacto tácito al que llegaron los ministros del ala más liberal y de centroderecha del tribunal, representados por Gonzalo García, Nelson Pozo, Domingo Hernández, Cristián Letelier, María Pía Silva y Miguel Ángel Fernández, mañana la abogada María Luisa Brahm debiera ser nominada como nueva presidenta de la institucipón.

El apoyo del sector más progresista del TC a su nominación considera el compromiso de que bajo su mandato se inicie una etapa de reformas profundas en el tribunal más cuestionado del ordenamiento jurídico. Reformas que se suman, además, a las conversaciones que el gobierno ha llevado adelante para modificar las instituciones, entre las cuales se cuenta al propio TC.

El atraso en la tramitación de causas y la conflictiva relación con el resto de los poderes del Estado son algunos de los cuestionamientos que más se repiten a la gestión de Aróstica. Y que se suman a las críticas por la ralentización de causas de derechos humanos y la paralización a la causa del excomandante en jefe del Ejército Humberto Oviedo que terminó por dividir el tribunal entre el grupo que mañana apoyaría a Brahm y el sector conservador que representa Aróstica y los ministros Juan José Romero y José Ignacio Vásquez.

"El tribunal está en una situación incierta por la presidencia de Aróstica que ha sido muy fallida", dice un ministro del TC que confía en que Brahm iniciará cambios profundos en la forma de operar del tribunal. Urge tomar medidas -afirma el mismo representante- para terminar con el atochamiento de causas que están paralizadas desde 2018 y que han motivado críticas desde la Corte Suprema.

Además de mejorar la gestión, los ministros esperan que Brahm recomponga los puentes del tribunal con el resto de los poderes del Estado. Un miembro del TC lo grafica así: "No es posible que el presidente del TC no sea invitado a la cuenta pública del Senado. La actual presidencia recluyó al TC y no hay lazos con nadie. Hay confianzas que se deben recomponer con diálogo".

"Ella puede ser una buena presidenta siempre que haga puentes institucionales con la Corte Suprema, el Congreso y Ejecutivo principalmente; que no han sido fáciles en el último tiempo", dice el constitucionalista y ex asesor de la Segpres, Tomás Jordán.

"María Luisa Brahm hará trabajar mucho al TC. Ese sí será un gran cambio", dice otro abogado constitucionalista.

Las dudas

Mañana quedará claro si la postulación de María Luisa Brahm navega bien o se hunde en la recta final. La apuesta del sector de Aróstica es a un cambio de criterio de último minuto.

Fuera del Tribunal Constitucional, la llegada de la abogada es vista con atención y también con reticencia por algunos sectores que desconfían de la imparcialidad que pueda tener la abogada que fue jefa de asesores del segundo piso de La Moneda en el primer periodo de Sebastián Piñera, quien la nominó para el cargo que hoy ocupa.

"Acá podría haber un conflicto de lealtades", dice el constitucionalista y académico UDP, Javier Couso. El profesional insiste en que es importante resaltar el "deber de ingratitud" que tienen los jueces respecto a quien los nombra.

Couso hace el punto en el conflicto que podría enfrentar Brahm frente a decretos objetados del gobierno que deban ser vistos por el TC.

Desde el entorno de Brahm señalan que esas dudas son totalmente infundadas porque en su gestión como ministra del TC, la abogada ha votado con total independencia del sector político del que proviene. Citan como ejemplo que votó a favor del proyecto de aborto en tres causales, decisión que -dicen- le ha traído duras críticas desde la derecha más conservadora. "Sus fallos hablan por ella", insisten.

Un foco crítico a Brahm surgió este jueves desde los miembros de oposición de la comisión de Constitución de la Cámara, que cuestionaron su cercanía con Piñera y recordaron que en 2014 participó -ya siendo ministra del TC - en una reunión de análisis electoral con ex colaboradores de Avanza Chile, la plataforma de campaña del actual mandatario.

"En cualquier país eso le habría costado el cargo como integrante del TC. Su nominación expresa la crisis total de legitimidad del tribunal", dijo hoy el diputado PS, Marcelo Díaz.

"Acá el cambio es nominal, no profundo. Tenemos la convicción de que los cambios que se requieren en el TC van más allá de quien ostente la presidencia", añadió el presidente de la Comisión de Constitución, Matías Walker.

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