Valparaíso, Patrimonio Mundial de la Humanidad: ¿Arma de doble filo para su recuperación?
El derrumbe de una casa en el Cerro Bellavista y el reciente incendio de seis edificios de avenida Francia dejaron seis personas fallecidas y 46 damnificadas. Pero también serias dudas respecto de la seguridad de muchas construcciones porteñas. Allí es donde el galardón cultural internacional, de 2003, entra a la discusión. Según los expertos, el problema es claro y no necesariamente se contradice con el patrimonio: lo que falta es un plan de gestión urbana.
Valparaíso es uno de los seis sitios del país que la Unesco ha declarado como Patrimonio Mundial de la Humanidad. Pero, a diferencia de las 16 iglesias de Chiloé, la Isla de Pascua y el centro minero de Sewell, entre otros, la ciudad puerto es una "ciudad completamente viva", una urbe normal funcionado, un lugar donde la gente duerme, come y trabaja. Con toda la complejidad y necesidades que ello significa.
Para Mario Ferrada, presidente del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios- Chile, las emergencias ocurridas durante la última semana -un derrumbe que le costó la vida a seis personas y un incendio que dejó damnificadas a 46- se deben, principalmente, a la falta de un plan de gestión que permita administrar, adecuadamente, la condición patrimonial de Valparaíso. Algo así como "bajar" aquella distinción a los requerimientos de los residentes.
La ciudad puerto fue declarada patrimonio el 2 de julio de 2003. Después de 16 años, "y pese a recomendaciones de la Unesco, no cuenta con plan de gestión, lo que hace que diferentes riesgos aumenten paulatinamente", explicó Ferrada.
La municipalidad y su alcalde, Jorge Sharp, aseguran que se encuentran trabajando en un instrumento concreto para gestionar mejoras, dentro del marco de ser patrimonio de la humanidad. Pero las necesidades inmediatas son evidentes. Hoy, de hecho, el propio edil puso el grito en el cielo. En conversación con Radio Cooperativa, indicó que "hay 9.024 requerimientos de viviendas en Valparaíso, es decir, se requieren construir , para resolver el déficit, 9.024 viviendas, y de esos 9.024 requerimientos hay 4.065 viviendas que se encuentran en mal estado y que requieren intervención (...) Constituye un imperativo ético del Estado poder avanzar en esta dirección. ¿Por qué demandamos al Estado?, porque invertir en una casa antigua para un privado o para una inmobiliaria no es atractivo".
¿Patrimonio versus realidad? Ferrada, arquitecto y académico de la Universidad de Chile, dijo a La Tercera PM que "la falta de un instrumento genera incertidumbre, no solo para los valores patrimoniales de la ciudad, sino también para la calidad de vida y seguridad de personas. Genera un alto riesgo social".
Agregó que "sin un instrumento de gestión, la ciudad se presenta como una verdadera bomba de tiempo". Pero también le puso paños fríos a los críticos de esta denominación internacional-cultural: "Si prestamos mayor atención al patrimonio vamos a mejorar la ciudad y disminuir el riesgo", señaló.
Aquí es donde emerge otro detalle. La Unesco nunca entregó dinero a Valparaíso. Eso es un mito. En 2006, postdeclaratoria de patrimonio mundial, Chile suscribió un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por US$74 millones, para recuperar edificios y espacios públicos de la ciudad. Todo en el marco del Programa de Recuperación y Desarrollo Urbano de Valparaíso (PRDUV). Fondos que ya se ocuparon, en espacios públicos y rehabilitación de edificios patrimoniales, entre otros.
Mejoramientos
Con todo, ha habido intentos de mejoramiento urbano. Cecilia Jiménez, académica de la Universidad de Valparaíso, planteó que "quien dio una señal clara fue el exPresidente Ricardo Lagos, con el Plan Valparaíso. Ese plan consideraba la gestión del patrimonio, con acciones en distintos ámbitos, que después se truncaron".
En la propuesta de Lagos, además, participaban todos los estamentos: el gobierno central, el regional, las seremis. "De allí surgió el subsidio de rehabilitación para edificios patrimoniales. Una asociación, público-privado que permitía fiscalizar y actualizar los sistemas electricidad, agua potable y alcantarillado. Así rehabilitamos muchos edificios", dijo Jiménez.
Y punto el énfasis en un punto clave: "Porque muchos de los problemas del patrimonio no se ven a simple vista".
Para Claudio Carrasco, presidente del Colegio arquitecto de Valparaíso, "el problema pasa también porque hay una alta demanda de viviendas. Hay campamentos". Por lo que, además de administrar adecuadamente la declaratoria de patrimonio, "lo que debiera existir es un plan de reubicación. Por ejemplo, en El Almendral, habría que pensar en la edificación de nuevas construcciones que permitan relocalizar mucha gente que vive en sectores conflictivos".
Cecilia Jiménez es taxativa. Sobre el Plan Valparaíso sostuvo que "había un triunvirato, entre el gobierno central, el regional y el local. Se hizo un listado larguísimo de proyectos que había que hacer, pero faltaba una estructura general".
El concepto que se repite es que se hace necesario una entidad que elabore un plan de gestión, para evitar emergencias urbanas como las vividas en los últimos días.
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