Antonia Rivas, experta oficialista: “Nuestro acuerdo muestra que es posible escribir una Constitución desde el PC hasta los republicanos”

Aunque reconoce que quedó un “poquito disconforme” en algunas materias del pacto alcanzado para elaborar el anteproyecto de nueva Carta Magna, la comisionada de Convergencia Social defiende que es un texto técnicamente correcto. Además, destaca la disposición que tuvo la derecha. “Hay que dialogar con los adversarios políticos y eso se hizo”, dice.


La comisionada Antonia Rivas (CS) es una de los 24 integrantes de la Comisión Experta, la que esta semana logró un acuerdo transversal para cerrar el anteproyecto de nueva Constitución que será ratificado por el pleno la próxima semana.

Rivas hace un positivo balance de lo logrado: “Cumplimos el deber de escribir una Constitución representativa del país, que refleje al Chile actual en su diversidad y sus diferencias”.

¿Qué lecciones recogió de la Convención para enfrentar este proceso?

La gran lección del proceso anterior fue valorar la importancia de conversar, dialogar y entender que todos los puntos de vista eran importantes y relevantes. Hay que dialogar con los adversarios políticos y eso se hizo de verdad.

¿El oficialismo aprendió de las últimas derrotas electorales? La del plebiscito y la del 7-M.

Todos aprendimos, tanto el oficialismo como la oposición. Hemos podido entender que tenemos que solucionar el problema constitucional y tenemos que escucharnos y entendernos.

¿Aprendieron a renunciar sin dolor?

Siempre es difícil renunciar, pero uno entiende que las renuncias no son a las ideas, pero sí a la manera de acceder a esas ideas.

¿Cómo vio a la derecha en la Comisión Experta?

Les agradezco profundamente esa disposición al diálogo, a conversar, a entender. Yo estuve en la subcomisión de Sistema Político y partimos de un diagnóstico común. Ahí fuimos capaces, desde lo técnico y desde la experiencia política, de conciliar puntos de vista. Esa es una lección para nosotros, para el país y para el Consejo.

¿Quedó conforme con el anteproyecto acordado?

Yo quedo muy conforme por el diálogo logrado y porque quedó técnicamente correcto. Es un buen anteproyecto de nueva Constitución, que refleja lo que hemos avanzado en Chile hasta hoy. No es un anteproyecto de nueva Constitución que cambie el rumbo, sino que es un texto que sigue una senda de avances súper importante. Hay renuncias, pero fuimos capaces de llegar a ese acuerdo. Como en todos los acuerdos, uno queda un poquitito disconforme, pero globalmente estoy muy contenta.

¿Lo mismo cree con el artículo transitorio de paridad 60-40?

No solo en ese tema, sino que en todos, hay que entender que el contrapunto es la Constitución vigente. Si esa es nuestra comparación, el avance por supuesto que es sustancial. Lo logrado es importante y permite una discusión futura en el Congreso. Permite lo que hemos llamado la deferencia con el legislador. Escribir una Constitución es muy difícil, y hay temas en los que estábamos muy alejados en los que logramos ponernos de acuerdo en ciertos mínimos o en ciertos contenidos esenciales que van a permitir avanzar.

Pero sobre paridad…

Tengo esperanza de que este mecanismo sea entendido por la ciudadanía y claramente seguiremos avanzando. El transitorio, además, tiene que verse de forma sistémica junto con otro artículo, la norma francesa, que habla sobre la representación equilibrada de las mujeres.

Algo similar pasó con pueblos indígenas.

Si comparamos con la Constitución vigente o con las constituciones antiguas, nunca se había reconocido la existencia de los pueblos indígenas y ahí avanzamos incluso reconociendo los derechos individuales y colectivos. También avanzamos en establecer los tratados internacionales en este respecto y un principio en el Congreso que habla de la participación política de los pueblos indígenas.

¿Es un fracaso no haber conseguido los escaños indígenas?

No, no lo considero un fracaso. Considero que fue hasta donde logramos acordar y eso siempre es un triunfo.

¿Espera que el Consejo respete el anteproyecto?

Los consejeros son los representantes de la ciudadanía y tienen el derecho de cambiar lo que estimen, pero el texto que nosotros construimos es sustancial y relevante. Nuestro acuerdo muestra que es posible escribir una Constitución desde el PC hasta los republicanos. No quiero hacer un llamado a no cambiar las cosas, al contrario, el texto puede ser mejorado. Me importa que se entienda que no es fácil llegar a estos acuerdos y que se necesita una mirada de largo plazo.

¿Queda conforme con la regulación del Estado social?

Sí, creo que es una Constitución del Estado social y democrático de derecho entendido, y esto es súper importante, no como un rol del Estado en el cual los privados no pueden participar. Este es un Estado social y democrático de derecho que le abre espacio a la democracia, que permite acercar a los chilenos y chilenas al rol del Estado y donde los privados y el Estado tienen un rol importante.

¿Fue estratégico eliminar el inciso de la libertad de elección en salud sabiendo que la derecha lo puede reponer en el Consejo?

El derecho a la salud quedó muy bien redactado, no solo hay que fijarse en ese inciso. No quiero evaluar el mérito de la decisión, pero es importante decir que ya no es inconstitucional un sistema integrado de salud. Esa es una ganancia y acá reafirmo lo que decía antes de dejar discusiones al Legislativo.

¿Espera que el comisionado Frontaura defienda y explique el anteproyecto ante el Consejo y los republicanos?

El comisionado Frontaura ha sido un personaje muy relevante en nuestras negociaciones. Ha aportado con puntos de vista valiosos y distintos. Ha sido escuchado, respetado y sus planteamientos han sido incorporados al proceso. Yo esperaría que él se haga parte de esta explicación, de este rol pedagógico que tenemos que tener. Espero que el comisionado, así como nosotros lo escuchamos y lo entendimos, él salga a escuchar y les explique nuestro planteamiento a su sector y también a las fuerzas distintas a las suyas.

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