Los nuevos caminos que seguirán las Fintech este 2023

El foco durante este año estará en tres tendencias que ya están tomando fuerza. Además, se espera que estas innovadoras empresas continúen ofreciendo propuestas customizadas, y potencien aún más la inclusión financiera y la apertura a nuevos mercados.



El crecimiento de las compañías especializadas en tecnología financiera ha sido enorme en Latinoamérica y el Caribe durante los últimos años. Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo, el número de Fintech en la región llegó a 2.482 en 2021, un crecimiento de 112% respecto de 2018.

Según Alfonso Torreguitar, líder de Fintechs & Digital Partnerships para Cono Sur de Mastercard, esto ha sido impulsado por varios factores, entre ellos “el desarrollo tecnológico, la apertura cada vez mayor de las economías regionales y la creciente necesidad de los consumidores por contar con soluciones que hagan más simple su vida financiera”.

Es que de un tiempo a esta parte, resulta impensable moverse en el mercado sin la existencia de las tecnofinanzas. Años atrás, agrega el ejecutivo de Mastercard, “pagar cuentas a través del celular era algo exótico y mucha gente prefería no hacerlo, básicamente por temor. Ahora es una actividad tan común como ir a un centro comercial o a un restaurante”.

Pero de la misma manera en que han crecido, las Fintech también han ido modificando y adaptando su foco antes las nuevas necesidades del mercado. Esto se refleja en tres nuevas tendencias que Mastercard ve como las que más crecerán en los próximos meses: FinShopping, FinGaming y Prosperidad (que incluye Fincare y FImpact).

¿En qué consiste cada una?

· FinShopping: Se trata de incluir la experiencia de compra de cualquier producto o servicio directamente en la aplicación de la Fintech. Esto les permite a las plataformas mantener la atención del cliente durante más tiempo y multiplica las oportunidades de venta cruzada de productos. Además, como se tiene autenticado al cliente y su información, crea una experiencia conveniente y segura tanto para la fintech como para el consumidor.

· FinGaming: Es una propuesta enfocada en los gamers, un gran y valioso segmento que se beneficiará con diferentes elementos de gamification asociados al comportamiento del consumidor. MÁXIMO, de Perú, es un buen ejemplo. Esta Fintech comenzó con una billetera digital y una tarjeta de prepago, y ahora tiene una passion card con los diseños de League of Legends; también ofrece cashback y productos para gamers mediante un shop conectado.

· Prosperidad: Esta tendencia, que pone su foco en la comunidad, posee dos variantes, Fincare y FImpact. La primera identifica y diseña productos y servicios en colaboración con sus clientes para ayudarlos a manejar mejor sus finanzas personales. FImpact, en tanto, invierte un porcentaje de todas sus ganancias en fondos de impacto social en las comunidades donde mantiene negocios; se guía por los criterios ESG (Environmental, Social and Governance).

“Los fondos de inversión están siendo más exigentes en términos de rentabilidad, solo mostrar crecimiento en número de usuarios no es suficiente. Lo anterior implica (para las Fintech) la necesidad de tener una estructura que permita ser eficiente y una operación que funcione a una escala adecuada”, explica Cristián Ramírez, académico de la Escuela de Administración de la Universidad Católica. Alfonso Torreguitar añade otra variante a considerar para que estas empresas logren sus objetivos: “Las Fintech que mejoren la experiencia de compra de los clientes, que generen un cambio en los paradigmas de distintos rubros, y que impacten de manera positiva en las comunidades, son las que creemos que tendrán mayor éxito en los próximos doce meses”.

Desarrollo e inclusión

Alfonso Torreguitar, de Mastercard, indica que en una primera ola de inclusión financiera, durante la última década, el objetivo de las Fintech estuvo puesto principalmente en los consumidores. Sin embargo, cree que ahora también ven la oportunidad de repensar la forma de atender a empresas, tanto grandes como pymes: “Un ejemplo es el pago de proveedores, que muchas pymes hacen mezclando medios personales de sus propietarios con otros de la empresa. Apenas un 8% del gasto total de las pymes se realiza a través de tarjetas empresariales. Sin embargo, gracias al crecimiento del segmento Fintech, hoy surgen nuevos medios de pago, como las tarjetas de débito empresariales y de prepago empresarial, que facilitan a las pymes hacer pagos digitales a sus proveedores, a plataformas digitales de publicidad y también realizar compras para sus negocios en el extranjero. Este es un nicho que las Fintech están explorando con éxito hoy en día”.

Cristián Ramírez alude al origen del concepto Fintech –que une los términos finance y technology– para comprender la importancia que estas empresas han cobrado en distintas industrias. “Refleja cómo la aplicación de tecnología ha impactado al sector financiero. ¿Qué implica lo anterior? Por un lado, permite la automatización de ciertos procesos, generando con ello ganancias de eficiencia, pero más importante es la posibilidad de entregar acceso a productos financieros a personas que antes no podían participar del mercado. Las Fintech tienen la capacidad de generar un impacto muy importante en consumidores y familias completas al permitirles participar del mercado financiero”.

Alfonso Torreguitar apunta, dentro de los beneficios que estas empresas han generado, el aterrizar distintas tecnologías a soluciones que favorecen de forma concreta a las personas. “Los avances que producen también han permitido contar con mejores herramientas de seguridad, tanto de las transacciones que realizan los clientes como de su información personal y bancaria. Además, su masificación hacia distintas industrias ha multiplicado la competencia, lo que redunda en nuevas innovaciones, apertura de mercados y más oportunidades de crecimiento para todos los actores de un rubro”.

La capacidad de llegar a mercados globales es otra de las características que hace muy potentes a estas empresas. “Dentro de los países de la región, Chile destaca por el desarrollo de su mercado de capitales y por una relativamente alta tasa de bancarización. Sin embargo, somos un país pequeño y eso implica que muchas de las Fintech que nacen en Chile buscan internacionalizarse”, concluye Ramírez.

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