Casa nueva, vida nueva
Ubicada en el mismísimo kilómetro cero de Santiago, es decir en la Plaza de Armas, la nueva sede de la Galería AFA abrió también nuevos rumbos y no sólo la fotografía será desde ahora la protagonista de sus muestras.

“Lo más neoyorquino que tenemos en Santiago”. Ese fue el comentario que más escuché luego de la apertura de la nueva sede de la Galería AFA, que se vino desde Providencia para instalarse en el mismo edificio del pasaje Phillips en que vivió el presidente Jorge Alessandri. Y es que no sólo la estética de su interior tiene algo que recuerda a la ciudad gringa, sino que el estar en el centro mismo le da el toque irremediablemente urbano.
Irene Abujatum y Elodie Fulton encabezan AFA (que quiere decir Arte Fulton Abujatum), un proyecto que partió hace varios años con la idea de hacer algo enfocado completamente en la fotografía y que fue creciendo de una forma que nunca imaginaron. “Lo que nos une tiene que ver con la creatividad, tanto con los artistas que nos rodean o con gestionar esa creatividad hacia algún punto, y el que escogimos fue el punto comercial”, cuenta Irene, sin olvidar el hecho de que una galería de arte no es sólo un punto de exposición, sino que también tiene que ver con vender y representar el trabajo de los artistas.
La Galería AFA se abrió por primera vez en la calle Bucarest, pero el año pasado surgió la posibilidad de cambiarse y esto para ellas fue la oportunidad de hacer crecer la galería a mucho más de los 50 metros cuadrados de los que disponían en el edificio de Providencia. “Era la oportunidad de cerrar ese ciclo y poder dedicar toda nuestra energía, tanto creativa como organizacional y de gestión, a la galería, que nos estaba dando unas satisfacciones increíbles, una gran capacidad para investigar y crear que no habríamos tenido de otra manera”, continúa.
Para encontrar una nueva casa, lo primero que tenían claro era que querían estar en el medio de la ciudad más que en un determinado circuito de galerías. Elodie dice que también era la oportunidad para “sacarse un poco los tabúes que tiene Santiago: que tienes que andar constantemente en auto, estacionarte, que tienes que sentir que todo está a tu alcance. Esta es una experiencia cultural global. Y ese es el trabajo que estamos construyendo ahora, dándonos cuenta de todas las redes que existen alrededor”.
Un ejemplo de esta experiencia global fue cuando en mayo vino el fotógrafo británico Martin Parr. Nunca se subió a un taxi y se lo caminó todo, por ejemplo, en dirección al Mercado Central. Irene dice que “estaba fascinado, porque la vez anterior que estuvo acá no había entendido mucho la distribución de la ciudad, anduvo siempre por el barrio alto”.
También, cuando buscaron el lugar, tomaron en cuenta que la mayoría de las ventas que realizan son a compradores extranjeros y eso también influyó en buscar un lugar estratégico para los turistas. Y es verdad: dónde se ven de manera más evidente extranjeros paseándose mapa en mano que en el centro de la ciudad?
En términos arquitectónicos, Elodie fue quien encabezó las reformas del espacio, porque además de galerista también es arquitecta. Cuenta que el ejercicio que se hizo aquí tuvo que ver con que “este es un lugar que no tiene ninguna domesticidad, no hay puertas ni pasillos normales. Queríamos que realmente se sintiera que era un lugar para mostrar arte, pero que no fuera un living o un estar. Todo está en proceso; si tú sientes un lugar demasiado estático, la obra pasa a ser pasajera. En cambio, aquí queda claro que la obra es la protagonista”. Y a esta protagonista se le va a dar aquí todo el espacio que necesite, porque arquitectónicamente se pensó que la sala de exhibiciones pudiera, eventualmente y sin dolor, ampliarse todo lo necesario para acoger a un artista a través de muros móviles. Esta flexibilidad también está presente en un nuevo rumbo que adoptó la galería con el cambio de casa. Irene señala que “cuando abrimos acá, decidimos que nuestra mirada también se iba a ampliar. Nosotros no podemos trabajar solamente con la fotografía, porque hoy un artista que trabaja con la fotografía también lo hace con el video, la pintura, el dibujo, las instalaciones, los collages; hay un sinfín de soportes y medios para comunicarse que ya no solamente se encuadran en lo fotográfico”. Así, este nuevo rumbo de AFA comienza en el corazón Santiago, con cerca de 250 metros cuadrados para mostrarnos arte, fotografía y mucho más, al alcance de todos.
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