Onces veraniegas

Fotos: Alejandra González.

Parte esencial de las vacaciones, aunque sea sin moverse de la casa. Esa comida que marca la tarde con productos de estación, que mantiene en pie el cuerpo y –sobre todo– los recuerdos con las preparaciones de siempre, marcadas por la simpleza, el color, el agua y el sabor estival. Aquí, esenciales para echarles mano, que no torturan el bolsillo y hacen feliz.




Pan con tomate

Con o sin tostar, rodaja de tomate, chorrito de aceite de oliva, sal. Agregados como albahaca y ají verde picadito. Todo fresco y opcional. Básicamente lo único que reclama es la calidad y frescura de los involucrados. En pan, la marraqueta levanta hinchada, y el de masa madre ganando espacios y aportando en variedad. En tomates –una estrella evidente del verano–, tan hermoso en ferias con esos gigantes y jugosos limachinos, como en los colorinches, dulces y multiforma Heirloom, hoy cultivados en pequeñas producciones independientes y de buenas prácticas.

Nuestros recomendados son las premiadas marraquetas de la panadería Departamental (Departamental 1524, San Miguel) y en hogazas, la de semillas de La Popular (@lapopularpizzaypan), con esa diferenciación de durar varios días en buenas condiciones. Tomates alucinantes de agricultura regenerativa de Huerto Pucalán (estrenando local en la Vega Italia, Manuel Montt 1041, Providencia. @huertopucalan), los a pedido de La Cook_a (@lacook_a) y Agrícola Donoso (@agricoladonoso).

Sánguche helado

O helado en cualquiera de sus versiones, ahora con el artesanal a la puerta de la casa de estimulantes sabores. Una opción ganadora es el ‘sánguche’: galleta, helado y otra galleta, con las tipo amor de barquillo, siempre crujientes, finitas (por lo que se humedecen rápido) y adictivas. Helados variopintos de @gelatoxocolat y galletas en supermercados como en @galleteria_laurar.

Leche con durazno

O con frutillas, frambuesa, la clásica de plátano o la de –ya en retirada– damasco. El legendario batido posible de hacer con leche animal o vegetal. Tan simple y rápido como lavar la fruta, sacar cuescos, picar y licuar con leche. Se puede endulzar o no, mezclar frutas, divertir o potenciar con unas cucharadas de cacao en polvo, semillas como chía hidratadas, linaza, quínoa pop cuando ya se reparte en vasos. Llenadora, barata, nostálgica para grandes y nutritiva para todos.

Café frío

Si bien el de copón o vaso grande, con helado, crema chantilly y alguna galletita larga a modo de primera cuchara comestible es un revivir de antiguas onces más producidas o celebronas, están los rápidos y más simples. Desde Italia el affogato, vaso o copa con bolita de helado de vainilla o fior de latte; el subidón y de cero calorías español, con mucho hielo, o el más dulzón vietnamita con colchón de leche condensada. @oggigelato e @il_maestrale están a un clic de distancia con destacables vainillas y cremas. @cafealturachile para granos de café de origen, fresco en tostados y a domicilio en todas las comunas de Santiago.

Frutas

Saludables, naturales, llenadoras, siempre listas y en verano con un abanico colorinche tan rico que es pecado no disfrutarlas. El repertorio es variado e inclusivo, pero sandía y melones cumplen con cualidades perfectas para playas y piscinas: grandes y megacompartibles, cortadas en trozos con cáscara, no necesitan más que dientes y mano; dulces y jugosas, con chorreo libre y gozador que se soluciona en dos segundos con el chapuzón. Aquí las ferias y almacenes se llevan la mejor compra, y es justo ahora cuando empiezan el mejor precio y sabor.

La especial

Si bien no son típicas en onces chilenas, van excelente como plus o diferenciación conmemorativa. Alabamos las tartas individuales de @la_chocolatine y sus palmeras, no como las playeras pero sí haciendo el gancho y crujiendo de lo lindo. Las tartas de frutas sobresalen: lindas, frescas, con crema y masa tan ricas y delicadas, que hasta para cantar cumpleaños sirven.

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