Este proyecto,

llamado Casa 2, le ha valido diversas distinciones y publicaciones al arquitecto Eduardo Berlín, actualmente avecindado en Boston. La construcción se disntingue por la ‘plaza de acceso’, parcialmente cubierta por el volumen del segundo nivel, que tiene relevancia porque articula los tres niveles de la casa y configura el acceso mediante una escalera.

Destaca

una cubierta mirador que domina las vistas de la cordillera y la extensa vegetación. Esta cubierta se relaciona con el nivel principal mediante una losa perforada que ilumina.

TERRENO:

Emplazada en un terreno en pendiente que mira, sitio arriba, directo a la cordillera de los Andes.

Con los materiales se busca resaltar sus líneas simples y justas.

Esta casa se  proyectó para una familia compuesta por cinco integrantes, ajustando cada uno de los espacios y decisiones a sus deseos y necesidades: una casa contemporánea, cómodamente íntima, abierta a la luz y a los paisajes cordilleranos. En otras palabras, una arquitectura cargada de actualidad y carácter, donde estructura, decoración y paisajismo se reúnen en forma magistral. Aprovechando la topografía existente, el arquitecto proyectó esta casa de estructura de hormigón armado y acero, de tres niveles, organizada en torno a un gran patio central. Sus ambientes tienen funciones diferentes entre sí. En la planta baja están el estacionamiento, servicios, bodegas, sala de juego y escritorio. En el segundo piso están emplazados el living, comedor, cocina, dormitorios, sala de estar y jardín, y en el último nivel, la terraza mirador con un volumen menor que sirve de bar-estar. Desde Boston, el arquitecto Eduardo Berlín nos comenta la importancia de integrar los espacios exteriores con los interiores. "La plaza de acceso, parcialmente cubierta por el volumen del segundo nivel, tiene relevancia porque articula los tres niveles de la casa y configura el acceso mediante una llamativa escalera".

Una de sus particularidades está dada por un gran patio central que, además de entregar luz natural, constituye el acceso de la vivienda. Esta zona se encuentra a nivel del jardín pero sobre la calle y los estacionamientos. Eduardo Berlín explica este gesto arquitectónico: "A diferencia de la típica casa de dos pisos -en la que se alterna permanentemente entre sus niveles-, aquí solo subes al segundo piso una vez, cuando llegas, de ahí en adelante toda la experiencia es la de una casa de un piso".

A simple vista se percibe la necesidad de una extrema luminosidad y es por ello que se recurrió al diseño de lucarnas circulares, aislantes, impermeables y transparentes, que se ordenaron en aparente caos y cuyo objetivo es proveer de luz natural a la sala de estar. Tanto en el interior como en el exterior, esta casa de espacios grandes, muy luminosa y funcional tiene importantes méritos: una construcción prolija y detalles significativamente modernos.

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