Spritz en llamas
En hoteles, restaurantes, eventos, coloquios y hasta en reuniones ultrapersonales aparece el Aperol Spritz, trago que tiene a medio mundo (por no decir entero) contagiado con su frescura de sutil amargo y brillante color naranja que se apoderó de los brindis del globo. Detrás están los italianos, gozadores desde el ADN, que regalaron un cóctel muy fácil de hacer y, todavía más, de tomar. El resultado es una escena actual marcada por su presencia y miles de bocas disfrutándolo, queriéndolo probar, repetírselo y, por supuesto, prepararlo. Aquí el cómo, dónde y por qué de una bebida que desata pasiones.

El 29 de junio de 2012, Plaza San Marco, Venecia. Miles de personas se reunían con la intención de marcar un récord. Aperol, un bitter de color naranja que es el ingrediente esencial del trago ícono de los aperitivos en toda Italia, Aperol Spritz, y que justamente nació en esas tierras, convocaba a hacer el brindis más grande del mundo junto a dicho bebestible. Comenzaba el ocaso y hordas de gente llegaban hasta el simbólico y palomísitico lugar donde eran recibidos con el trago, una polera naranja con la marca y anteojos de sol del mismo color. La meta era juntar dos mil personas y ser reconocidos por Guinness Record. Cuando faltaba poco para las 8 de la noche, 2.657 manos levantaron el Aperol Spritz haciendo el -literal- manso salute, que Guinness registró y la marca celebró con más repartija de trago, videos y fiestucón. Estaba clarísimo qué tomaba Italia.
Y si a ellos les gustaba (incluido el gran contingente de turistas que lo probaba en el país de la bota), pues el mundo estaba preparado para una siguiente moda, un trago que arrasara con las barras y se impusiera con todo. Desde que Aperol, licor de receta secreta hecho con naranjas dulces y amargas más un puñado de hierbas y creado por los hermanos Barbieri en 1919, pasara a manos del poderoso Gruppo Campari en 2004, no hizo más que subir en popularidad, llegar a más países, embriagar de manera amistosa y contagiar con una efervescencia única.
¿Qué diablos es Aperol Spritz?
Es espumante (originalmente Prosecco italiano) + Aperol + soda + hielos y rodaja de naranja. Viene de los tiempos de dominación del imperio Austro-Húngaro en el Veneto, donde lo que se tomaba era un spritz (cortar en alemán), vino cortado con agua. Años más tarde se asomó el amargo y encantó, quedándose para siempre y siendo el clásico de los aperitivos en todo el país, símbolo de disfrute, de comienzos. "Hoy es un verdadero hit que también va de la mano con el alza de los amargos en el mundo. Es un acierto de la coctelería que junta pocos ingredientes y hace un trago fácil de hacer y de tomar. Ideal para los países con climas cálidos, parecidos al Mediterráneo de donde nace", comenta el sommelier Héctor Riquelme, catador internacional de vinos y otros brebajes, quien agrega: "Es un trago redondo, tiene la efervescencia de la burbuja con el sutil amargor del Aperol, que se refresca con agua con gas y hielos. Tiene poca graduación alcohólica, es muy fresco y con sabor largo que queda en la boca. Además es lindo, entonces todo lo convierte en un ganador".
¡Vamos por uno!
Y si ya la boca le está pidiendo uno, quédese tranquilo que son muchos los lugares que en Santiago lo ofrecen. De hecho, ya hasta es raro que no lo tengan. Es casi divertido recordar que hace 4 años los primeros que lo trajeron fueron los hermanos Toro, Pancho y Carlos, para su restaurante Nolita. Eran tiempos donde nadie conocía la botella de Aperol y esta mesa italiana lo presentaba como debía ser. Ahí los curiosos lo probaban y se conquistaban, pero no fue hasta que a fines del 2013 el Grupo Santa Rita lo trajera masivamente y explotara su furor. Hoy Aperol (de solo 11% de alcohol) se vende en supermercados y tiendas y usted lo puede ver en un montón de cartas, que en una coqueta copa balón lo mezcle y lleven hasta su mano.
¿Dónde hay? De partida en todo restaurante italiano que tenga una buena barra. Nosotros fuimos directo hasta el nuevo Santa Pizza de Orrego Luco 066, recomendado y bello espacio que invita a pasarla estupendo junto a ricos platos que van desde ensaladas hasta, como dice su nombre, buenas pizzas de masa delgada y los más variados ingredientes. Aquí el Aperol Spritz se hace como en Italia: copa redonda con mucho hielo y medialuna de naranja, Prosecco Martini, Aperol y agua mineral. El resultado es una delicia muy fresca y de final dulce y amargo que invita a comer, de ahí que se sirva como aperitivo (de hecho en Italia se pide para ojear la carta) o entre horas, entregando una agradable y heladita sensación. Además está en Coquinaria (servido con Prosecco Cipriani); Divertimento Chileno, Pizzería Olimpia, Rivoli, el nombrado Nolita. Y hay una serie de embajadores de Aperol que promueven su consumo, entre ellos: María del Mar, La Finestra, La Percanta, Lusitano, Quitral, Zucchini en Santiago; La Marmita en Pucón, Ckunna en San Pedro de Atacama y Bravo Cabrera en Puerto Varas.
Ya lo sabe, ya lo quiere. Se asoma un literal verano naranja y a usted no le queda más que brindar con él.
¿Cómo hacerlo?
Tenga a su disposición: Prosecco o un buen espumante Brut; Aperol; agua mineral con gas; hielos y rodajas de naranja cortadas en medialunas.
En una copa redonda y grande ponga mucho hielo y la naranja. Agregue 3 partes de espumante, 2 partes de Aperol y 1 de agua mineral. Mueva la copa para que todo se mezcle sutilmente y ya está. Un Aperol Spritz en su mano. Si quiere sentirlo más amargo todavía, ponga solo la cáscara de la naranja.
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