Game of Thrones: La muerte desciende desde "más allá del Muro"

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La amenaza sobre Westeros entró en tierra derecha en el penúltimo episodio de la actual temporada de la serie.


Un espectáculo como no se ha visto antes. Así puede ser definido el penúltimo episodio de la séptima temporada de Game of Thrones, ya que la serie finalmente desató a los Caminantes Blancos.

A pesar de que el anterior capítulo ya había adelantado que nos enfrentaríamos a un escenario en donde los "Siete Magníficos" de Westeros tendrían una misión bastante específica, quizás lo más interesante de este episodio llamado "Más allá del Muro" radicó en el hecho de que sus realizadores no escatiramon recursos a la hora de dejar en claro que, más allá de las intrigas que han girado en torno al trono de hierro, la amenaza de los muertos es lo que finalmente pondrá en riesgo a los siete reinos.

Sin embargo, considerando que los humanos tenían de su lado el poder de los dragones de Daenerys, el poder de los Caminantes Blancos se mantenía en una nebulosa.

Claro que si ya habían aclarado que las bestias aladas no eran intocables, en "Más allá del Muro" establecen finalmente que la espada de la Rompecadenas terminó siendo de doble filo. Todo se ha puesto cuesta arriba para sobrevivir al invierno.

El terror de los muertos

El dispar equipo comandado por Jon Snow se adentra con rumbo al norte, con el objetivo de obtener una prueba que les permita demostrar que los monstruos no son una leyenda y que la amenaza es real.

En ese camino, la historia logra desarrollar un poco a estos personajes que en el pasado tuvieron más de un encontrón particular. Sus problemas son puestos sobre la mesa, especialmente en lo que concierne al pasado de Gendry y su encuentro con la Hermandad sin Estandartes.

Avanzando en la travesía de algunos de los mejores guerreros de Westeros, en "Más allá del Muro" no solo se enfocan en sus conflictos, sino que también en sus similaridades y el respeto que logran establecerse mutuamente, como es lo que concierne a Snow y Jorah, el hijo del antiguo Lord Comandante de la Guardia de la Noche.

Quizás por eso, el grupo no tiene mayores problemas para ganar su primera victoria, logrando atrapar a un zombie. Pero, al mismo tiempo, también nos dejan en claro que la tarea no será fácil, ya que el grupo entró a las fauces de una bestia que no descansa.

Haciendo gala de algunas de las mejores coreografías de batalla de lo que va de serie, inevitablemente las fuerzas del Rey del Norte son rodeadas por la muerte. En el camino, los zombies despliegan su poder, con todo y un oso polar poseído, para lograr hacer caer a Thoros de Myr. Con eso, Beric Dondarrion ya está en su última vida.

Pero antes de que Jon y compañía sean acorralados en un lago congelado, Gendry inicia un viaje de retorno hacia el Muro para dar el mensaje de que necesitan ayuda. Con eso se inicia una larga espera, pero inevitablemente Daenerys es contactada y se decide a actuar moviéndose junto a sus bestias aladas para iniciar un rescate que termina siendo determinante para el futuro de Westeros.

La caída de Viserion

A pesar de que en Invernalia los problemas entre Sansa y Arya se refuerzan cortesía del Meñique, e inclusive llega al punto de intimidación física que pone en entredicho a la unidad Stark, lo cierto es que todo eso queda en un segundo plano. Lo único que interesa está sucediendo más al norte y el tratamiento de la historia logra destacar más que nunca lo que está en juego.

De hecho, Jon Snow y los suyos llegan a entender que el gran objetivo es matar al Rey de la Noche, ya que con eso los Caminantes Blancos se quedarán sin su cabeza. Pero, obvio, rápidamente queda claro que aquello no será tan fácil. Una cosa es decirlo, otra cosa será lograrlo y elevar a esa amenaza es por lejos lo mejor de este capítulo.

Su escena clave lo remarca de la mejor forma posible. Con Daenerys surcando los cielos de las tierras gélidas para rescatar al grupo asediado por los muertos, y un Jon Snow que retrasa la salida por seguir peleando, el Rey de la Noche sorprende a todos cuando creían estar a salvo, asestando un ataque directo que asesina de forma sangrienta a Viserion. El dragón cae al lago congelado, hundiéndose y llevándose con él un poco de la esperanza y fortaleza de su reina que a inicios de temporada parecía indestructible.

Lo que viene a continuación es el escape, en un acto en el que Jon Snow se queda atrás, dejando espacio a la posibilidad de que el Rey del Norte también se sume a las notables bajas que deja la primera gran incursión contra el enemigo muerto. Pero cuando todo parecía perdido, Benjen Stark hace una última aparición salvadora. Si en el pasado fue clave para llevar a su sobrino hasta la Guardia de la Noche, el hermano de Eddard nuevamente resurge en un momento de necesidad de uno de sus familiares, dando su vida para que finalmente su sobrino sobreviva.

El cierre del capítulo deja dos cosas en claro. Por un lado, y al constatar el nivel de amenaza, Jon, que por su cuenta también es un muerto en vida, decide finalmente aceptar la petición de la madre de los Dragones. Tras ofrecer su perdón por la pérdida de Viserion, Jon asegura que dejará de lado su reclamo como Rey del Norte y servirá a su reina.

Pero aunque las piezas finalmente se ordenan, por el otro lado vemos cómo el Norte el Rey de la Noche saca desde las profundidades del lago congelado al dragón, reviviéndolo con un solo toque de su mano. Ahora los Caminantes Blancos también poseen un arma de destrucción masiva y el futuro de Westeros se ha complicado aún más.

"Mas allá del muro" no es un gran capítulo solo por presentar acciones largamente esperadas, sino también por transmitir en varias ocasiones el sentimiento de desamparo ante el ataque de los muertos. Game of Thrones se caracterizó por largo tiempo por ser una serie de intrigas políticas en el marco de un terreno de fantasía, pero es este último elemento el que finalmente sale a reflotar para tomar el protagonismo en este excelente capítulo.

Las proyecciones para lo que será el final de temporada ahora más que nunca prometen ir cerrando cabos sueltos. Las cabezas clave de Westeros comprenderán finalmente que los Caminantes Blancos no son solo una leyenda, pero de seguro no cesarán las intrigas de Cersei o las que han comenzado a desencadenarse en Invernalia.

No obstante, ya está claro que esa lucha por el trono de hierro y el futuro del continente se entrelazará directamente con el apocalipsis que está por venir. Y eso probablemente es lo que mejor han desarrollado en esta serie durante esta temporada.

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