Review | Stranger Things y el épico final de una temporada superior

Este viernes fue estrenado el segundo volumen de la cuarta temporada de la popular serie de Netflix, incluyendo un episodio de más de dos horas que eleva a la serie a un nuevo nivel para encarar a lo que será su ciclo final.


Con la presentación del primer volumen de la cuarta temporada, Stranger Things reencontró el camino. De hecho, en la revisión de esos primeros episodios, innegablemente se podía establecer que la serie estaba desenvolviendo una buena preparación para encarar el final en la quinta y última temporada.

Aún cuando su propuesta sigue incluyendo muchas referencias para establecer una versión de fantasía de la década de 1980, ya que igual eso terminó instalándose como parte de la esencia de Stranger Things, su mejora se concretó luego de que los realizadores se centrasen en la mitología oscura, los personajes encantadores y aquellos peligros extraños que tan bien fueron explotados durante el debut de la saga.

Pero ahora que la temporada llegó a su final, también se puede remarcar que la serie definitivamente llegó a un nivel de calidad que nunca antes había alcanzado.

Y es que así de buenos son los dos últimos episodios estrenados este viernes 1 de julio y que ponen fin a un nuevo ciclo. El penúltimo. El mismo que deja en claro que el final de la historia es lo único que resta.

Sin entrar en mayores detalles, ya que realmente son muchas las cosas que suceden en las 3 horas y 40 minutos que conforman a ambos capítulos, lo primero que se puede destacar es que estos últimos episodios de la temporada son piezas épicas que presentan un tipo de espectáculo superior para la televisión.

Hay mucha acción, buenos momentos de suspenso en torno al excelente villano que terminó siendo Vecna, una misión en donde cada paso del plan puede fallar y varias secuencias que dejan en claro el alto costo de producción que involucró la realización de esta temporada.

Al mismo tiempo, el equipo realizador encabezado por los hermanos Duffer también pone toda la carne a la parrilla para que nosotros como audiencia sintamos que el tiempo literalmente se acaba para Eleven, sus amigos y todo el pueblo de Hawkins. Es decir, existe un desarrollo arraigado en la inevitabilidad. Y por eso en estos últimos capítulos hay una sensación continua de agobio y una tensión muy bien manejada tanto en términos visuales como narrativos.

En ese esquema, el equipo además logra crear una constante sensación de peligro en donde cualquier personaje puede caer en cualquier momento, lo que inevitablemente eleva a la amenaza de Vecna, el cual es parte de los mejores momentos de la temporada, y la importancia de lo que está en juego.

Esos elementos también convierten a la experiencia de ver estos episodios ultra extendidos en un viaje angustiante, ya que más que nunca han logrado que los personajes nos importen. Al mismo tiempo, todo aquello también es lo que consigue que este cierre de la temporada se vuelva una travesía agridulcemente satisfactoria.

Todo lo anterior representa a las claves del éxito de una historia que da cuenta de la misión más grande a la fecha, desenvuelta muy en la onda de lo que son las películas de heist, y que tienen en el centro al objetivo de detener a todo el mal que está surgiendo desde el Mundo del Revés. Es ahí en donde logran que cada foco de la historia se vuelva importante, ya sea todo lo que rodea a Eleven, la gente que está en la Unión Soviética y, por supuesto, aquellos que se quedaron en el pueblo.

Es en ese entorno en donde la narrativa logra generar vuelcos llamativos, momentos climáticos que siguen entregando respuestas satisfactorias y, por sobre todas las cosas, elevan al valor de su grupo de personajes. Y lo anterior es algo que en un momento parecía imposible de conseguir, debido a la forma en que se destartaló la historia en las temporadas anteriores.

Obviamente hay mucho por hablar en el terreno de los spoilers, pero no es necesario entrar a esa área para destacar al nuevo tope de calidad al que llegó la serie justo en el momento preciso: la antesala del gran final. En ese sentido, si en algún punto era fácil establecer que la serie se estaba siguiendo por mera costumbre, ahora lograron recuperar el valor de su narrativa.

A la larga solo queda remarcar que, con su cuarta temporada, Stranger Things justificó - a punta de gran espectáculo - la corona de popularidad que siempre ha portado en Netflix. Pero al mismo tiempo, también validó a un cetro que la define como una historia imperdible. Y no creo que haya mejor lugar que ese para encarar al cierre de la saga.

Los últimos dos episodios de la cuarta temporada de Stranger Things ya están disponibles.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.