El Volkswagen Golf se reinventará como auto eléctrico en su novena generación

El histórico hatchback accederá a la electrificación en la novena generación.




La renovación de productos en la industria automotriz suele ir dejando “caídos” en el camino y cada cierto tiempo se anuncia el fin de algún modelo emblemático.

La electromovilidad ha sido gran responsable de esas decisiones, básicamente por la necesidad de disminuir emisiones contaminantes. Ahora, si se opta por mantener con vida a esos vehículos de gran renombre, lo usual es que se vayan convirtiendo a recargables, tal como paso con el Renault Megane.

Un nuevo ejemplo de esta medida se vivirá con el Volkswagen Golf. El hatchback más relevante de la industria lleva ocho generaciones a cuestas y hasta el momento solo había especulaciones sobre su destino, lo que empezó a dilucidarse en las últimas horas, aunque tal vez no será del agrado de los más fanáticos.

Pasa que en entrevista publicada por Autocar, Thomas Schäfer, CEO de Volkswagen, dijo que la marca no le pondría lápida al nombre de Golf: “Sería una locura dejar que mueran y desaparezcan”, dijo el ejecutivo al ser consultado por el Golf y la versión GTI.

Las palabras de Schäfer son de absoluta cordura. El VW Golf es tan importante en la marca y en la industria que ha vendido más de 35 millones de unidades desde mediados de los años 70.

Eso sí, lo que vendrá en la novena generación será algo diferente a lo que conocemos hasta ahora y según el directivo, debería ser un auto más pequeño que el ID.3 y sobre el nuevo ID.2 urbano.

Respecto del nombre, no hay claridad aún y algunos ya especulan con que podría llamarse ID.Golf, para así mantener el patrón de nomenclatura eléctrica.

“El ID.3 nunca fue el sucesor del Golf. Siempre fue otro Golf Plus”, indicó Schäfer, ratificando que el histórico modelo seguirá como un vehículo del line-up alemán.

Pero si las buenas noticias llegan con el Golf, no se puede decir lo mismo con el Polo. Para el ejecutivo de Volkswagen, las nuevas normas europeas afectarán con mayor fuerza al segmento de los autos compactos, ya que las nuevas tecnologías elevarían los precios hasta en 5.000 euros, cifra que hace poco viable comercialmente ora generación del Polo. Es por eso que la marca germana priorizaría el desarrollo del ID.2 en este nicho.

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