Desde su lanzamiento mundial en el Salón de Ginebra en 2014, el C4 Cactus no ha hecho más que cosechar halagos gracias a sus prácticas soluciones y revolucionario diseño, que fue respaldado por el premio World Car Design of the Year 2015.

Todo en este Citroën es radical, y es que la idea de la marca es seguir con el legado de innovación y racionalidad del conocido 2CV o Citroneta: ser un modelo altamente eficiente, de gran utilidad y versatilidad y con un amplio habitáculo enfocado en la comodidad de los ocupantes.

El C4 Cactus llegó a revolucionar el segmento de los crossover compactos disponibles en nuestro país en agosto pasado, con una serie de elementos de diseño únicos en su categoría.

Lo más destacado y fácil de apreciar es, sin duda, la incorporación de los Airbumps, unas innovadoras piezas de plástico suave y llenas de aire, ubicadas en los puntos de contacto más sensibles del auto, como parachoques y puertas, los que previenen posibles raspones involuntarios causados por el uso diario.

Además, el conductor puede elegir el color de sus Airbumps, por lo que, además de proteger el vehículo, cada usuario puede jugar con los tonos para darle un toque único a su auto. Otro detalle importante es el montaje de un gran techo panorámico con alta protección UV, lo que permite al C4 Cactus prescindir de la cortinilla protectora, generando así una ilusión de más amplitud y luminosidad en el habitáculo.

Su forma más bien cúbica, butacas planas al interior, alta tecnología de asistencia y entretenimiento al servicio del conductor, el reemplazo de la palanca de cambios por tres botones en la consola y su funcionalidad extrema le otorgan un carácter único al C4 Cactus.

Ganador indiscutido del premio al Mejor Diseño de 2016, con nueve de los 14 votos posibles, el SUV compacto de Citroën superó a otros modelos que fueron mencionados por los jueces, como el atractivo Jaguar XE, el renovado Ford Mustang Convertible y el deportivo Mercedes-AMG GT.