Seat León Cupra: Los viscerales impulsos del León más difícil de saciar

El Seat León Cupra pone sobre la mesa 290 Hp y da muestras del alto desarrollo que ha alcanzado la compañía basada en Cataluña. Aunque pueda no ser la mejor opción para quien busca la comodidad que se halla en un SUV, el León más radical se convierte en una alternativa ideal para ganar en emoción.




Hace unos años tuve la oportunidad de vivir en España. Siempre observador de los autos, me preguntaba por qué Seat no se vendía en Chile si en Europa era una marca tan popular. Las dudas se acabaron a fines del año pasado, cuando la firma del Grupo VW redesembarcó en el país tras dos décadas de ausencia.

En estos meses, conocimos las capacidades del Ibiza, León y Ateca. Ahora tocó el turno del León Cupra, la versión más indómita del hatchback español. De hecho, el apellido ‘Cupra’ (unión de ‘Cup’ y ‘Racing’) debutó hace 20 años, subiéndole los bonos a este modelo para posicionarlo entre los llamados hothatch, aquellos autos de tracción delantera con marcados acentos sport.

Exteriormente, el León Cupra no se diferencia mayormente de sus hermanos más quitados de bulla (Style y FR de motor 1.4 turbo). Los cambios en el frontal recaen apenas en la grilla, que cuenta con una rejilla panal de abejas, y en el parachoques que, junto con alojar los neblineros también incorpora entradas de aire inferiores. En la retaguardia, este León 2.0 TSI tampoco hace alarde de sus aptitudes y lleva un spoiler en fibra y la bandera Cupra inserta bajo el foco derecho. A la larga, una suerte de disimulo que agradecemos quienes preferimos pasar desapercibidos.

En el habitáculo es otra la historia. Aquí llaman la atención los asientos tapizados en alcántara, que entregan una buena sujeción en curvas y que -como otra muestra de ese citado enfoque sport- son de ajuste totalmente manual (así son más ligeros). La postura de manejo si bien resulta ser baja, tampoco peca de incómoda gracias a la incorporación de un apoyabrazos deslizable, que permite descansar cuando se anda por ciudad y con poco tráfico.

A la hora de conducir, lo primero es seleccionar el modo de manejo (Confort, Sport, Cupra y uno personalizable). Se elige desde la pantalla táctil de 8” o, más fácil, directamente desde el botón Cupra situado bajo el mismo display, junto con las luces intermitentes.

Cualquiera que se escoja, la confortabilidad se aleja de la que se encuentra en un hatchback más citadino. Si bien en Comfort la amortiguación gana en recorrido y se torna más blanda, las llantas de perfil bajo (19″) repercuten en que cada imperfección del camino e incluso una tacha reflectante pueda transformarse en un desagradable golpazo. Peor incluso si se eligen los modos Sport o Cupra, aunque en cualquier caso este último se enfoca de lleno en circuitos.

Donde puede hallarse placer y disfrute es en la carretera. Allí, configurado en modo Sport, el León Cupra responde con agilidad a la pisada del acelerador y escala sin problemas en la caja DSG de seis velocidades que, además, al cambio de marcha se acompaña de una doble sinfonía del sistema de escapes. En curvas sorprende, porque el chasis se aploma con propiedad al asfalto, al punto de que pareciera plantear el desafío picante de “en la próxima acelera más”. La dirección, en tanto, se siente muy precisa, bien calibrada y segura, al igual que los frenos, que en ciudad parecen algo reactivos, pero que esa misma condición los pone muy en forma a altas velocidades.

La conclusión es que Seat entrega un producto honesto, que no pretende ser un paladín de la comodidad, pero sí un parque de diversiones para aquellos que buscan sensaciones fuertes en un tracción delantera radical y recatado a la vez. Sumen otro exponente entre los lobos recubiertos con lana de oveja.

Ficha técnicaSeat León Cupra
Motor2.0 litros turbo
Potencia290 Hp
Torque350 Nm
CajaDSG de seis marchas
Consumo12,8 km/l mixto
Traccióndelantera
0 a 100 km/h5,6 segundos
Precio$ 25.590.000
A favorEn contra
Su afilada performance a altas velocidades, que permite conducir con muchísima seguridad, incluso si se lo lleva más cerca de su límite. El trabajo sobre el chasis es para resaltar.La dureza de su suspensión, que no logra amoldarse por completo a un manejo en ciudad, donde predominan imperfecciones y los indeseados, pero populares, lomos de toro.

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