De ensueño. Así de simple es la definición para el nuevo modelo de BMW. La casa bávara, tras presentar en Pebble Beach un conceptual basado en el M4, ahora dio el paso hacia el modelo de producción, dando vida al M4 GTS, nada menos que el vehículo de producción más rápido en la historia de la marca. Será de edición limitada a 700 unidades.

El bestial vehículo es aún más radical que el M4 en su estética estética debido a un nuevo capó, un splitter delantero de mayores dimensiones, alerón sobre el portalón y llantas de aleación de 19 y 20 pulgadas que cuentan con un diseño bitono plateado con Acid Orange. Además, es el primer auto de serie que utiliza tecnología OLED en sus grupos ópticos.

En el interior uno se encuentra con asientos tipo butacas que pueden tener cinturón de seguridad normal o con arnés de seis puntos. Y para seguridad, barras antivuelco con en el paquete Clubsport.

Gracias a la ausencia de asientos se gana en pérdida de peso. También por el empleo de CRFP en zonas de la carrocería, de aluminio en piezas mecánicas, y por el escape hecho de titanio y los frenos carbocerámicos. ¿Resultado? apenas  1.510 kg, casi 200 kilos menos que en el modelo original y que le permiten al M4 GTS una relación de 3 kg/ CV.

A nivel motriz, dispone del bloque a gasolina 3.0 TwinPower Turbo de seis cilindros en línea que desarrolla 500 CV, con un par máximo de 600 Nm. Dicho bloque estrena en un modelo de serie la inyección directa por agua, el mismo sistema que ocupa el safety car del MotoGp.

La transmisión es la automática M DKG de siete relaciones, que le permite pasar de 0 a 100 en 3,8 segundos con una velocidad máxima de 305 km/h.

El modelo más rápido de BMW demostró su poderío en Nürburgring, marcando  7'28".