Aún no hay una parte que ceda durante el conflicto entre Israel e Irán, y con el presidente norteamericano subiendo el tono, el ayatolá Ali Jamenei amenazó a Estados Unidos. Si ayer Donald Trump le exigía la “rendición incondicional” en su red Truth Social, en un discurso televisado el líder iraní rechazó lo dicho por el norteamericano, asegurando que su país “no se someterá a imposiciones extranjeras”.

En el discurso, Jamenei se dirigió por segunda vez a Irán desde que empezó el conflicto el viernes pasado: “El presidente de Estados Unidos, en una declaración inaceptable, instó explícitamente a los iraníes a rendirse, pero le decimos: primero amenace a aquellos que tienen miedo de ser amenazados. Las amenazas no afectarán al pensamiento ni al comportamiento de la nación iraní”.

“Cualquier intervención militar de Estados Unidos resultará, sin duda, en un daño irreparable para ellos”, amenazó Jameini, mientras que un portavoz del Ministerio de Exteriores iraní advirtió que cualquier intervención estadounidense podría “arriesgar una guerra total”.

Desde Washington, en tanto, el presidente Trump no descarta una intervención de su país en el conflicto. El mandatario declaró que le dio un ultimátum a Irán, mientras considera si ordenar un ataque estadounidense contra el país. “Puede que lo haga, puede que no”, declaró Trump a los periodistas en la Casa Blanca cuando se le preguntó si apoyaría la ofensiva israelí.

“Es decir, nadie sabe qué voy a hacer”, afirmó Trump. “Les puedo decir esto: Irán tiene muchos problemas y quiere negociar”. Al preguntársele si le había dado un ultimátum a Irán, Trump respondió: “Podría decirse que sí. Quizás podría llamarse el ultimátum definitivo”.

Fuentes cercanas dijeron a The Wall Street Journal que Trump declaró a sus altos asesores el martes por la noche que aprobaba los planes de ataque contra Irán, pero que estaba a la espera de si Teherán abandonaba su programa nuclear, indicaron fuentes.

Irán aceptaría la oferta de Trump de reunirse pronto, informó el miércoles el New York Times, citando a un alto funcionario iraní, y sería el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, el que aceptaría el encuentro.