
Japón construirá su primer reactor nuclear tras incidente de Fukushima
La empresa Kansai Electric Power reactivó el proyecto que suspendió tras el desastre de 2011, marcando el primer paso hacia una nueva planta atómica.

Una empresa de servicios públicos japonesa se ha convertido en la primera desde el desastre nuclear de Fukushima en avanzar con los planes para construir un nuevo reactor en Japón, mientras el país vuelve a la energía atómica 14 años después de la catástrofe.
Se trata de Kansai Electric Power, que anunció este martes que reanudaría un estudio sobre la posibilidad de construir un nuevo reactor en Mihama, en la prefectura de Fukui. Ese fue un proyecto que se suspendió tras el tsunami de 2011, que causó el peor accidente nuclear del país.
Así, la decisión marca el primer paso concreto de Japón hacia la construcción de una nueva planta nuclear desde que el Gran Terremoto del Este de Japón en 2011, de magnitud de 9.0, provocó una fusión en la planta de Fukushima de Tokyo Electric Power, obligando a su cierre.

De momento, se conoce que los estudios de Kansai se centrarían en la topografía, la geología y otros estudios e incluirían comunicaciones con los residentes locales, dijo la compañía.
“Teniendo en cuenta el rendimiento general de los costos, la operación de la planta y el cumplimiento de las nuevas regulaciones, consideramos que el reactor de agua ligera avanzado SRZ-1200 es la opción más realista”, dijo Hiroaki Kitaura, gerente jefe de la división de energía nuclear de Kansai, en una reunión informativa.
El gobierno promueve la sustitución de reactores antiguos por modelos de nueva generación considerados más seguros, por lo que Kansai Electric colabora con Mitsubishi Heavy Industries Ltd. y otras empresas para desarrollar un reactor de agua ligera avanzado, diseñado para ser más resistente a desastres naturales y ataques terroristas.
La planta podría tardar 20 años
El cronograma para un proyecto de este tipo sigue siendo incierto. Los legisladores han permitido que los reactores funcionen durante hasta 60 años con aprobaciones regulatorias, pero se estima que las nuevas plantas demorarán dos décadas desde el estudio inicial hasta su finalización.
El costo proyectado ronda los 6.800 millones de dólares, una inversión significativa que refleja la estrategia a largo plazo que Japón debe adoptar para asegurar su futuro energético.
La compañía busca construir un reactor de próxima generación utilizando tecnología considerada más segura en el sitio de Mihama, donde dos unidades dejaron de operar en 2015.
Pero advirtió que el estudio geológico podría tardar años en completarse y que muchos otros factores, como la oposición política y los costos de construcción, serían vitales para tomar una decisión final sobre si proceder o no con la construcción de un nuevo reactor.
Es posible que otras compañías eléctricas, incluida Kyushu Electric Power, también presenten planes similares.
Objetivos de seguridad energética
Japón sigue dependiendo en gran medida de las importaciones de combustibles fósiles, y el gobierno quiere que la energía nuclear contribuya más a la seguridad energética del país. Kansai Electric es actualmente el mayor operador nuclear de Japón en cuanto a número de reactores en funcionamiento, explica la cadena CNN.
Kansai Electric dijo que la energía nuclear era esencial para que Japón lograra sus tres objetivos de seguridad energética, crecimiento económico y reducción de las emisiones de carbono. “En un país con escasos recursos como Japón, debemos considerar cómo suministrar energía continuamente, especialmente con el crecimiento de nuevas industrias”, afirmó Nozomu Mori, presidente de Kansai Electric.
“Creemos que es necesario construir y reemplazar nuevos reactores nucleares, por lo que realizaremos esta investigación para tomar una decisión informada”, agregó Mori. Japón ha reabierto 14 de los 54 reactores que fueron cerrados tras el desastre de Fukushima, lo que eleva esta fuente de energía al 8,5% de su combinación eléctrica, pero lejos del 30% que suministraba antes de 2011.
La compañía había estado analizando un sucesor del reactor número 1 de Mihama desde noviembre de 2010, pero suspendió el estudio después del desastre de 2011. En 2015, decidió desmantelar los reactores números 1 y 2 de Mihama. “Realizaremos (la encuesta) explicando y buscando la cooperación de los residentes locales”, aseguró Mori, en una conferencia de prensa en Osaka.
“Dado que se espera una pérdida significativa del suministro de energía nuclear, es necesario reconstruir con reactores de próxima generación, basándose en la premisa de garantizar la seguridad y ganar comprensión local, para asegurar fuentes de energía descarbonizadas”, dijo el martes el ministro de Economía, Comercio e Industria de Japón, Yoji Muto.
El retorno de Japón a la energía nuclear
El desastre nuclear de Fukushima Daiichi, causado por el tsunami masivo en 2011, provocó el cierre de todos los reactores nucleares de Japón. Como consecuencia, la confianza pública en la energía nuclear se vio gravemente afectada, lo que llevó al gobierno a replantear sus políticas energéticas.
Las evacuaciones masivas y las difíciles tareas de limpieza provocaron un aumento del sentimiento antinuclear. Sin embargo, con el paso de los años, el panorama energético de Japón ha evolucionado.
Ante la creciente dependencia de los combustibles fósiles importados y la creciente demanda de fuentes de energía limpia, el gobierno ha comenzado a reconsiderar la energía nuclear como parte de la solución para alcanzar sus objetivos energéticos y ambientales a largo plazo.

Así, el regreso de Japón a la energía nuclear se aceleró y cristalizó bajo el mandato del ahora exprimer ministro Fumio Kishida en 2022, después de que la invasión rusa de Ucrania hiciera subir los precios mundiales del gas. Entonces, el gobierno optó por permitir la construcción de nuevas plantas de energía nuclear de manera condicional, según recoge el diario japonés The Asahi Shinbum.
En febrero de este año, el gobierno revisó su plan energético básico, eliminando una línea que prometía “reducir al máximo la dependencia de la energía nuclear”. Esta frase se añadió tras el accidente de Fukushima.
Además, las empresas de servicios públicos han conseguido una serie de medidas de apoyo gubernamental para la construcción de plantas de energía nuclear. Mori dijo que la compañía ve valor estratégico en esto.
Consumo energético
La perspectiva de que se construyan más centros de datos y fábricas de semiconductores que consumen mucha energía en Japón ha aumentado las previsiones de consumo energético y se espera que compense la disminución de la demanda derivada de una población en descenso, según proyecta el diario Financial Times.
“Es una señal muy brillante que viene del sector privado de que están respondiendo a la expectativa del gobierno de que la energía nuclear debería jugar un papel importante junto con las energías renovables”, dijo a ese diario Yukari Yamashita, director gerente del Instituto de Economía Energética de Japón, quien lo calificó como un “gran paso adelante largamente esperado”.
Japón opera actualmente más de una docena de reactores, con una capacidad combinada de unos 12 gigavatios. Muchos están en proceso de renovación de licencias para cumplir con las normas de seguridad más estrictas implementadas tras el desastre de Fukushima. Antes de 2011, Japón operaba 54 reactores.

Las críticas al resurgimiento nuclear
Un total de 15 reactores en Japón superarán el umbral de los 50 años para 2040, y la sustitución de plantas será vital para mantener la energía nuclear en funcionamiento a largo plazo. Kyushu Electric también ha comenzado a considerar nuevas construcciones, según recuerda la agencia Nikkei.
En junio pasado, la coalición gobernante de Japón acordó ampliar el apoyo financiero a las comunidades cercanas a las centrales nucleares, lo que generó fuertes críticas de grupos ambientalistas que describieron la medida como un “soborno” para comprar el consentimiento de las zonas rurales con dificultades económicas, según reportó el diario South China Morning Post.
“Es en realidad un soborno para estas comunidades porque años de políticas gubernamentales han despojado de empleo a las zonas rurales y han obligado a la gente a mudarse a las ciudades”, declaró Aileen Mioko Smith, activista ambiental de Green Action Japan, con sede en Kioto.

Sobre el anuncio de esta empresa esta semana, el Partido Democrático para el Pueblo (de oposición) afirmó que apoya la reanudación de las centrales nucleares que cumplan las normas de seguridad, así como la sustitución de las existentes y la construcción de otras nuevas.
“Debemos trabajar duro para construir nuevas plantas de energía nuclear”, dijo el jefe del partido, Yuichiro Tamaki, en noviembre después de reunirse con el primer ministro Shigeru Ishiba.
Asimismo, el Partido Comunista de Japón pidió el fin rápido de la energía nuclear, mientras que el partido Reiwa Shinsengumi, también de izquierda, pidió la abolición inmediata de las centrales nucleares, según la agencia Nikkei.
Una editorial del diario japonés The Asahi Shinbum afirmaba que: “Desde el desastre nuclear de hace 14 años, The Asahi Shimbun ha hecho campaña por una sociedad que no dependa de la energía nuclear, incluso si eso lleva muchos años. Esto significaría detener gradualmente las operaciones de las plantas nucleares más antiguas y no construir otras nuevas”.
“Es necesario intensificar el impulso a las medidas de ahorro energético y a las fuentes de energía renovables, teniendo en cuenta al mismo tiempo un futuro sin emisiones de carbono y un suministro energético estable. El rumbo futuro de la nación no debe ser equivocado”, puntualizó.
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