Renuncia de ministro de Defensa y polémica por ascensos militares complican relación de Castillo con FF.AA. de Perú

El Presidente de Perú, Pedro Castillo, en el centro, y el ministro saliente de Defensa, Walter Ayala, en un desfile militar en Lima. Foto: AP

Dos altos mandos denuncian que el jefe de Estado utilizó su influencia para promover el ascenso de militares que pertenecen a su círculo cercano, hecho que derivó en una nueva crisis con la salida del titular de Defensa.


En la víspera del balance de sus primeros 100 días de gobierno, el Presidente peruano, Pedro Castillo, debió aceptar una nueva renuncia en su gabinete después de que dos altos mandos del Ejército denunciaron al ministro de Defensa, Walter Ayala, por presiones indebidas para acelerar el ascenso de militares del círculo cercano del mandatario. Además de ser la quinta dimisión de un ministro en poco más de tres meses de gestión, se transformó en el primer escándalo que rodea directamente la figura presidencial, lo que revive las peticiones de algunos sectores para avanzar en una vacancia de Castillo en el Congreso y evidencia la difícil relación del Ejecutivo con las Fuerzas Armadas.

Cerca del mediodía de ayer, los mandos del Ejército, Fuerza Aérea y de la Marina llegaron hasta el palacio de gobierno. El escenario político se complicó desde el viernes pasado, cuando dos funcionarios castrenses recibieron la orden de pasar a retiro sin previo aviso ante la reciente renovación de cúpulas militares al inicio del mandato de Castillo.

Opositores al Presidente de Perú, Pedro Castillo, se reúnen en Lima. Foto: Reuters

Según el diario El Comercio, cinco días después de haber sido destituido como comandante general del Ejército, José Vizcarra Álvarez destapó presiones para subir de cargo a los coroneles Ciro Bocanegra y Carlos Sánchez, como “encargos del Presidente”, aunque ninguno de los nombrados cumplía con “los puntajes correspondientes ni las atribuciones éticas o morales”.

Horas después, el excomandante de la Fuerza Aérea del Perú Jorge Chaparro Pinto aseguró en una entrevista con el mismo diario que el secretario general del mandatario, Bruno Pacheco, y el titular de Defensa, Walter Ayala, promovieron el ascenso de “varios recomendados y en diversos grados”. Al negarse a incluir los nombres a los ascensos, ambos exgenerales recibieron llamadas de Ayala sobre la “incomodidad” que generó la decisión en el mandatario, lo que terminó con sus salidas.

La noticia generó un nuevo choque entre el Ejecutivo y las FF.AA. Mediante un video, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas exigió “respeto” por la profesión y comenzó a avanzar en el Legislativo una solicitud de interpelación al ministro de Defensa, que podría finalizar en su censura. Para evitar una nueva crisis, Ayala, que negó todas las acusaciones, puso su cargo a disposición la noche del lunes, ante las consecuencias que pueden afectar “hasta al Presidente”.

El renunciado ministro de Defensa peruano, Walter Ayala.

Según la cadena RPP, el general José Vizcarra tenía previsto presentar ayer nuevos antecedentes ante la Comisión de Defensa en el Congreso, como las conversaciones en WhatsApp con el Presidente Castillo y Ayala. “Entre los días antes del proceso hubo un WhatsApp (de Castillo) que me pedía que conversara con el secretario de Palacio. Le dije que estábamos ocupados en el tema de ascensos. ‘Justamente sobre eso tengo un encargo’, me dijo. Y ya sabemos cuál fue”, señaló Vizcarra.

En respuesta, el oficialismo, a través de la presidenta del Consejo de <ministros, Mirtha Vásquez, aseguró que “dadas las situaciones denunciadas, que se consideran graves, estamos tomando decisiones que las vamos a comunicar en las próximas horas”. Sin embargo, el escándalo profundizó la incertidumbre política, especialmente ante la solicitud del contralor general de la República, Nelson Snack ,para que en el caso intervengan el Congreso y la Fiscalía.

Ante el escenario, durante la jornada de ayer la tercera vicepresidenta del Congreso, Patricia Chirinos, denunció constitucionalmente a Ayala por “delitos de coacción, patrocinio ilegal y solicita autorizar el procesamiento judicial del ministro”. A su vez, la legisladora de la Alianza para el Progreso, María Acuña, señaló que su bancada analizará si llevan adelante una moción de vacancia presidencial, que puede ser respaldada por otros grupos políticos de oposición, lo que pondría contra las cuerdas a Castillo, que hace poco obtuvo el voto de confianza para su gabinete.

En la Comisión de Constitución, la congresista de Fuerza Popular Martha Moyano apuntó que el caso podría entrar en el concepto de incapacidad moral permanente contra Castillo, lo que fue refutado por el ministro de Justicia, Aníbal Torres, que respondió que era una “desnaturalización” de la figura. Uno de los que se sumaron a la ola de pedidos fue el expremier Guido Bellido, que en un mensaje en Twitter solicitó al “hermano Presidente” la renuncia inmediata de su secretario general, Bruno Pacheco”, y además, le pidió “evaluar todo su entorno urgente”.

De acuerdo con la revista Caretas, Bruno Pacheco, acusado de ser el intermediario de Castillo con los excomandantes del Ejército, es un docente de Biología y Química. Fue militante del partido Somos Perú entre 2008 y 2012, para luego intentar unirse a Perú Libre en 2020, pero no logró afiliarse al no cumplir con los requisitos. Fue contratado como secretario del despacho presidencial el 29 de julio, gana mensualmente US$ 6.200 y se movilizaría en un vehículo marca Lexus.

Varias son las tormentas políticas que ha debido enfrentar el Ejecutivo de Perú Libre, que asumió el poder el 28 de julio pasado después de un tenso proceso electoral que incluyó acusaciones de fraude en mesa por parte del fujimorismo. Hasta ahora, Castillo nombró dos gabinetes, uno liderado por el expremier Guido Bellido, a quien el gobierno le solicitó la dimisión a comienzos de octubre tras una serie de escándalos, y el actual, dirigido por Mirtha Vásquez.

En medio de los vaivenes del gobierno, también han pasado tres ministros del Interior, el último en dimitir fue Luis Barranzuela, cuestionado por la realización de una fiesta de Halloween, cuando está prohibido por decreto realizar reuniones sociales ante las restricciones del Covid-19 en el país. Aunque inicialmente el también exabogado de Bellido y del líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, negó haber participado en la celebración, asegurando que solo fue un encuentro por trabajo, finalmente terminó saliendo del gabinete.

Hace tres semanas se acentuó el distanciamiento entre el partido oficialista y Pedro Castillo. Después del cambio de ministros, los congresistas de Perú Libre protagonizaron una división y de la bancada de 37 legisladores, un grupo acusó sentirse desplazado y no otorgó el voto de confianza al gabinete, debilitando aún más al Ejecutivo. Durante esta jornada, el Presidente Castillo se trasladará a Ayacucho para dar a conocer la cuenta oficial de sus 100 días de gobierno.

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