Seúl y Washington pactan borrador para poner fin a la Guerra de Corea en medio de silencio de Kim Jong-un

El líder norcoreano Kim Jong-un asiste a una reunión del Comité Central del gobernante Partido de los Trabajadores en Pyongyang, el 28 de diciembre de 2021. Foto: AP

La declaración busca poner fin definitivo a la Guerra de Corea (1950-1953), que se cerró solo con un alto el fuego. La iniciativa es impulsada por Seúl para atraer a Corea del Norte de nuevo a la mesa de diálogo. Sin embargo, Pyongyang ha demorado la respuesta.


El gobierno de Corea del Sur anunció ayer un acuerdo “efectivo” con Estados Unidos sobre un borrador de una declaración sobre el fin de la Guerra de Corea (1950-1953), en el marco de los intentos de alcanzar un pacto sobre el tema con Corea del Norte. Sin embargo, el régimen de Kim Jong-un ha demorado la respuesta.

“Sobre la declaración del fin de la guerra, Corea del Sur y Estados Unidos han logrado un entendimiento sobre su importancia y ambas partes han alcanzado de forma efectiva un acuerdo sobre el borrador”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores surcoreano, Chung Eui-yong.

Chung aseguró también que él y el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, subrayaron los progresos en las consultas bilaterales con respecto a esta declaración en el marco de la reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G7 que se celebró en Liverpool (Reino Unido) a principios de este mes.

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y el ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Sur, Chung Eui-yong, antes de su reunión en Seúl, el 17 de marzo de 2021. Foto: AFP

Sin embargo, el canciller surcoreano reconoció que Pyongyang aún no ha mostrado el entusiasmo que buscan Seúl y Washington. “Si bien Corea del Norte ha mostrado una serie de respuestas rápidas y positivas sobre la declaración del fin de la guerra, esperamos que haya una reacción más concreta”, señaló Chung.

En ese sentido, la agencia surcoreana Yonhap destacó que, aunque Seúl y Washington han logrado un progreso considerable sobre la declaración, su destino permanece “incierto”, dado que Pyongyang se mantiene “indiferente” a las propuestas para dialogar, mientras está previsto que el mandato quinquenal del Presidente surcoreano, Moon Jae-in, termine en mayo del próximo año.

El canciller surcoreano expresó que, aunque Corea del Norte dio una serie de respuestas prontas y positivas a la declaración del fin de la guerra, esperan que muestre una reacción “más concreta”, agregando que están contemplando varias maneras de seguir adelante con las discusiones con Pyongyang. “Estamos analizando diversas vías para hacer que avancen las conversaciones con Corea del Norte”, añadió Chung, sin detallar cuáles serían esas vías.

Kim Jong-un asiste a la reunión plenaria del Comité Central del Partido de los Trabajadores en Pyongyang, el 28 de diciembre de 2021. Foto: AFP

En septiembre, Kim Yo-jong, la poderosa hermana de Kim Jong-un, calificó la declaración como una idea “interesante” y “admirable”, pero urgió a Seúl a abandonar lo que calificó de política “hostil” contra Pyongyang, a objeto de iniciar las discusiones pertinentes.

El propio Kim Jong-un dijo después que por el momento no estaba interesado en celebrar ningún encuentro con EE.UU. para tratar de reavivar el estancado diálogo sobre desnuclearización debido a la mencionada “política hostil”.

Las negociaciones de desnuclearización entre Corea del Norte y EE.UU. se han mantenido estancadas desde que la cumbre entre ambos países, celebrada en 2019 en Hanoi, Vietnam, acabó sin ningún acuerdo.

“Kim Jong Un ha demostrado que se trata de resultados, no de procesos. Lo que aprendieron de la diplomacia de la cumbre de 2018 y 2019 es que negociar con EE.UU. puede llevar años y aún no dar resultado. Este no es un riesgo que Kim esté ansioso por volver a intentar, especialmente cuando se enfrenta a tantas dificultades a nivel nacional (debido al Covid)”, dijo a La Tercera Jenny Town, experta en Corea del Norte y directora de 38 North, sitio que monitorea la situación en el país asiático. “Esto significa que es probable que Corea del Norte se muestre reacia a volver a las negociaciones hasta que Estados Unidos dé una señal más clara de que los resultados (especialmente a corto plazo) son posibles”, agregó.

Kim Jong-un asiste a la reunión plenaria del Comité Central del Partido de los Trabajadores en Pyongyang, el 28 de diciembre de 2021. Foto: AFP

Según la Deutsche Welle, los analistas dudan sobre la viabilidad de esta iniciativa, recuperada en septiembre pasado por Moon Jae-in, como un último esfuerzo para traer de vuelta a Pyongyang a las conversaciones sobre desnuclearización antes de que concluya su mandato en mayo próximo.

El texto pretende servir para poner fin a la Guerra de Corea, que se cerró solo con un alto el fuego, pero ni siquiera se ha aclarado aún quién debería rubricarlo, puesto que los firmantes del armisticio de 1953 fueron los Ejércitos norcoreano y chino y el comando multinacional de la ONU que aún encabeza EE.UU. A su vez, el hecho de que la propuesta de Moon sea la de firmar una declaración, y no un tratado de paz, subraya que en realidad no se estaría rubricando un acuerdo vinculante.

Además, las palabras de Chung llegan en un momento en el que Corea del Norte está celebrando una importante reunión plenaria del actual Comité Central del gobernante Partido de los Trabajadores, en el que trazará sus políticas y diplomacia para 2022. Se espera que, al concluir el pleno, en torno al Año Nuevo, Kim Jong-un pronuncie un discurso de clausura que sirva como mensaje para Seúl y Washington sobre cuáles van a ser las intenciones del régimen el próximo año y si existe o no verdadero interés en esa propuesta de paz.

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