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Trump baja las expectativas a cumbre con Putin en Alaska mientras las fuerzas rusas avanzan en Ucrania y Kiev teme una nueva ofensiva

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, descartó cualquier cesión territorial a Rusia, de cara a la cumbre que reunirá a Vladimir Putin con Donald Trump en Anchorage este viernes. "Si abandonamos el Donbás por nuestra propia voluntad o bajo presión, iniciaremos una tercera guerra”, advirtió.

Soldados rusos caminan junto a un edificio residencial destruido durante el conflicto en Pisky, una región ucraniana controlada por Rusia, el 14 de febrero de 2025. Foto: Archivo Alexander Ermochenko

En la cuenta regresiva para el encuentro de este viernes entre Donald Trump y Vladimir Putin en Anchorage, Alaska, las fuerzas rusas se están esforzando por tener el campo de batalla de su lado y han logrado importantes avances territoriales en posiciones claves en el este de Ucrania, lo que le podría dar al jefe del Kremlin un aliciente adicional para renunciar a una tregua a favor de continuar la guerra.

En los últimos días, las unidades rusas han consolidado sus avances cerca de las ciudades de Pokrovsk, Kramatorsk y Dobropillya, en la región de Donetsk, según analistas y funcionarios, citados por diarios estadounidenses. Ambas ciudades han servido como importantes centros de operaciones para el Ejército ucraniano, y Kramatorsk, en particular, sigue albergando a miles de civiles.

“La situación es bastante caótica, ya que el enemigo, habiendo encontrado brechas en la defensa, se está infiltrando profundamente en el interior, tratando de establecer rápidamente un punto de apoyo y acumular fuerzas para un mayor avance”, dijo en Telegram, DeepState, un grupo ucraniano con vínculos con el Ejército que mapea el campo de batalla.

El presidente Donald Trump y el presidente ruso Vladimir Putin sostienen una reunión bilateral en la cumbre de líderes del G20 en Osaka, Japón, el 28 de junio de 2019. Foto: Archivo Kevin Lamarque

El reciente avance ruso cerca de Pokrovsk constituye una dura advertencia de que las fuerzas de Moscú aún son capaces de lograr rápidos avances en el campo de batalla, indicó The New York Times. La ciudad, que fue un centro logístico crucial para las fuerzas ucranianas en el este, se encuentra ahora casi rodeada de noreste a suroeste. Las tropas ucranianas deben atravesar un estrecho corredor de 16 kilómetros para entrar en la ciudad, lo que las deja vulnerables a los ataques con drones.

Es probable que las fuerzas rusas intenten apretar el cerco alrededor de Pokrovsk para obligar a las tropas ucranianas a retirarse, una táctica que han utilizado con éxito para capturar otras ciudades.

Pasi Paroinen, analista del grupo Black Bird con sede en Finlandia, que rastrea los movimientos en el campo de batalla, dijo que las fuerzas rusas se habían infiltrado rápidamente en las líneas ucranianas a una profundidad de aproximadamente 16 kilómetros en los últimos tres días, un contraste con el lento avance habitual de Rusia. Las “próximas 24 a 48 horas probablemente serán cruciales” para determinar si el Ejército ucraniano puede contener el avance, escribió Paroinen en X.

Según el diario The Washington Post, “Rusia tiene una ventaja abrumadora sobre Ucrania en número de soldados, así como en armas, vehículos y otros equipos. Rusia también cuenta con un enorme arsenal de misiles y bombas planeadoras que dispara contra ciudades ucranianas. Ucrania, si bien tiene dificultades para reclutar suficientes soldados, ha recurrido en gran medida a drones de bajo costo con vista en primera persona (FPV) para frenar el ataque ruso”.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo en su discurso vespertino del lunes que los rusos “están redesplegando sus tropas y fuerzas de maneras que sugieren preparativos para nuevas operaciones ofensivas” y que “no se están preparando para un alto el fuego ni para el fin de la guerra”.

Vista de los daños provocados por los bombardeos rusos en Kiev, Ucrania. GENYA SAVILOV

Ucrania también busca una ventaja antes de las conversaciones del viernes, indicó The New York Times. Por ejemplo, Kiev ha intensificado los ataques contra las refinerías de petróleo rusas, redoblando su estrategia de presionar a Rusia para que haga concesiones durante las negociaciones, atacando la principal fuente de ingresos del Kremlin para financiar la guerra.

“Aprovechar su ventaja a medida que las conversaciones de paz cobran impulso ha sido una táctica recurrente de ambos bandos durante la guerra actual y la que la precedió, a partir de 2014”, indicó The New York Times.

El diario recordó que los audaces ataques con drones de Ucrania en junio, en el interior de Rusia, que destruyeron numerosos bombarderos estratégicos, se produjeron justo un día antes de las negociaciones en Estambul. En 2015, Moscú intensificó los combates durante las conversaciones de alto el fuego, rodeando la ciudad oriental de Debaltseve, para forzar concesiones políticas de Kiev.

Todo esto ocurre en momentos en que el Presidente Donald Trump pareció reducir el lunes las expectativas para su próxima reunión con Putin describiendo la tan esperada cumbre como una “reunión de tanteo” para “ver lo que tiene en mente” con respecto a un posible acuerdo para detener la guerra.

Trump, hablando en una conferencia de prensa el lunes, continuó aludiendo a la difícil tarea de poner fin a la guerra de Rusia en un lenguaje más apropiado para un acuerdo inmobiliario que para un complejo esfuerzo de mediación para detener más de una década de acción militar rusa en Ucrania, indicó The Washington Post.

“Probablemente en los primeros dos minutos sabré con exactitud si se puede llegar a un acuerdo”, declaró Trump a la prensa. Añadió que planeaba decirle a Putin: “Tienes que poner fin a esta guerra” y ver si hay un acuerdo justo sobre la mesa. También volvió a referirse a posibles concesiones territoriales sin entrar en detalles.

Una tregua, sugirió Trump, podría “implicar algún intercambio de territorios”, aunque Rusia ocupa actualmente alrededor de una quinta parte del territorio ucraniano y Kiev prácticamente no tiene territorio ruso con el que negociar. Trump, sin embargo, habló de devolver territorio a Ucrania que describió como “de primera categoría”.

“En el sector inmobiliario, lo llamamos propiedad frente al mar”, dijo Trump, usando una frase que también ha usado para describir Gaza. En cuanto a la reunión con Putin programada para el viernes en Alaska, el republicano dijo que cree que “será buena, pero podría ser mala”. “Puedo irme y decir ‘buena suerte’, y eso será el final”, agregó.

El jefe del Pentágono afirmó que se discutirán intercambios de territorios en Alaska. “Habrá concesiones. Nadie estará contento”, declaró Pete Hegseth, al comentar sobre la próxima reunión entre Trump y Putin. Señaló que Estados Unidos se adhiere al concepto de “paz mediante la fuerza”, y si alguien puede lograrlo, ese es Trump.

El presidente ruso, Vladimir Putin, se reúne con militares en el Kremlin de Moscú, el 12 de junio de 2025. Foto: Archivo SERGEI BULKIN

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, presentó el encuentro como un “ejercicio de escucha”. “Solo una de las partes involucradas en la guerra estará presente”, dijo Leavitt, “y entonces le corresponde al presidente ir y comprender mejor cómo podemos, con suerte, poner fin a esta guerra”.

Leavitt reafirmó que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, no participará en las conversaciones, ya que el propio Putin le pidió a Trump reunirse personalmente. “El presidente acepta esta reunión a petición del presidente Putin”, dijo, señalando que Trump planea llamar a Zelensky y a otros líderes europeos una vez finalizada la reunión.

Zelensky, por su parte, advirtió: “No nos retiraremos del Donbás”. “No podemos hacerlo. Para los rusos, el Donbás es una plataforma para una nueva ofensiva. Si abandonamos el Donbás por nuestra propia voluntad o bajo presión, iniciaremos una tercera guerra”, indicó.

El presidente ucraniano consideró además que la visita de Putin a Alaska, aislado del mundo occidental desde el inicio de su invasión a gran escala en febrero de 2022, era ya una “victoria” para el líder del Kremlin. “Primero, se reunirá en territorio estadounidense, lo cual considero su victoria personal”, dijo a los medios, añadiendo que con este encuentro Putin saldrá de su “aislamiento” y que retrasará cualquier posible nueva sanción estadounidense.

Encuentros raros

El diario Financial Times señaló que Trump y Putin tienen un historial de encuentros extraños. Estuvo la primera reunión de ambos en Alemania en julio de 2017 al margen de la cumbre del G20, cuando Trump confiscó las notas de su intérprete para ocultar cualquier evidencia de lo sucedido en la sala.

En la cita en Vietnam, en noviembre del mismo año, Trump se tomó al pie de la letra la insistencia de Putin de que Moscú no se había entrometido en las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos. Y su cumbre en Helsinki, en julio de 2018, Trump cuestionó el análisis de sus propios servicios de inteligencia ante la rotunda negación de Putin.

El periódico indicó que “muchos temen que, si estos encuentros previos sirven de indicio, será Putin, el experimentado agente del KGB convertido en hombre fuerte, quien obtendrá la ventaja, y no al revés”.

“Es imposible pasar de la falta de progreso a una cumbre que ponga fin a la guerra en menos de una semana”, afirmó al Financial Times Samuel Charap, politólogo sénior de Rand Corporation. “Pero Trump tiene una fe inquebrantable en su propio carisma y en su capacidad para persuadir a sus homólogos sobre lo que considera lógico y correcto”.

El expresidente francés François Hollande, quien en 2015 codirigió las negociaciones de paz con la entonces canciller alemana Angela Merkel y Putin sobre Ucrania, tiene una advertencia para el presidente estadounidense: “La técnica de Putin es la mentira profesional”. “Trump haría bien en demostrar que tiene un conocimiento detallado de la situación sobre el terreno”, dijo Hollande al Financial Times.

Aunque ambos bandos siguen luchando, han tratado de mostrarle a Trump, quien ha condenado durante mucho tiempo la guerra como un costoso desperdicio de vidas y recursos, que siguen comprometidos con la búsqueda de la paz.

“Putin intentará convencer a Trump de que la postura rusa es mejor de lo que realmente es. Mientras que para Trump es mucho más importante alcanzar este acuerdo y proclamarlo como su nueva victoria en el mantenimiento de la paz”, dijo al Financial Times, Kirill Rogov, sociólogo e investigador visitante del Instituto de Ciencias Humanas de Viena. “No resulta en nada, pero Trump evita la necesidad de tomar medidas decisivas”.

El periódico italiano Corriere della Sera dijo que Dmitry Suslov, director Adjunto del Centro de Estudios Integrales Europeos e Internacionales, reveló las condiciones que Putin presentará a Trump: firma de un tratado entre EE.UU. y Rusia sin la participación de Ucrania ni de Europa; retirada de las tropas ucranianas del Donbás, así como de las regiones de Sumy, Dnipropetrovsk y Kharkiv, y la renuncia de Ucrania a unirse a la OTAN.

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