Bitácora de un planificado robo en el Ministerio de Desarrollo Social

Bitácora de un planificado robo en el Ministerio de Desarrollo Social. Oficina de Servicios Sociales del Ministerio de Desarollo Social, ubicada en calle Catedral.

Lo sucedido en la oficina de Servicios Sociales despertó todo tipo de teorías: en el gobierno sostuvieron que no era un “robo común” y acusaron una "operación política" en contra de Giorgio Jackson; en la oposición advierten un "tongo", y los investigadores, por ahora, sólo hablan de un hecho delictual tipo "cuento del tío". La tarde del jueves, los 23 computadores sustraídos fueron encontrados en Renca, en la casa de una mujer que recibió los artículos.


A las 23.34 de la noche sonó el teléfono fijo de la oficina de Servicios Sociales del Ministerio de Desarrollo Social, ubicado en calle Catedral, en el centro de Santiago. “Aló, habla el ministro Giorgio Jackson. Tuve un accidente en San Bernardo, pero no le digan a nadie”, decía la persona del otro lado de la línea a los guardias de seguridad del edificio. Ese era el comienzo de un atraco tildado de “tongo” por la oposición; de una “señal política”, por parte del gobierno, y de un “cuento del tío”, por parte de los investigadores.

Los hechos develan una trama particular. Hasta ahora, los antecedentes recabados por el OS-9 de Carabineros y la Fiscalía Centro Norte dan cuenta de cómo en los 25 minutos que duró el atraco, luego del llamado del hombre que se identificó como secretario de Estado vino un intercambio de WhatsApp que ahora está en manos de la policía.

Los guardias iniciaron una conversación por esta vía con el supuesto Giorgio Jackson. Allí, la persona les dio instrucciones para retirar del edificio 50 computadores, los que debían ser entregados a su sobrino, pero además, debían registrar desde el segundo al sexto piso del edificio para concretar “la diligencia”. Los vigilantes hicieron caso y comenzó la operación.

El supuesto “sobrino” llegó y también tres personas vestidas con overoles blancos y mascarillas -presentes en el lugar para una supuesta fumigación- quienes, junto a los guardias, reunieron 23 notebooks. Estos serían encontrados 15 horas después por la policía, en un domicilio de una anciana en Renca.

“Sólo documentos del ministerio”

Pero ese fue sólo el primer arribo de los asaltantes, dado que una vez que retiraron los computadores en un carro de carga, volvieron al edificio, ahora asegurando que tenían que revisar el quinto piso. Es ahí cuando el teléfono vuelve a sonar y, otra vez, el supuesto Giorgio Jackson dio más instrucciones.

“El guardia recibe un segundo llamado por esta persona, quien se identifica nuevamente como el ministro Jackson, y le señala que las mismas personas asistirán al ministerio y efectuarían una fumigación en el quinto piso y retirarían una caja fuerte”, explicó el comandante de Carabineros, Juan Barbosa.

Giorgio Jackson realizó declaraciones por el robo que afectó la sede del Ministerio de Desarrollo Social en Santiago. Foto: Sebastián Villarroel / Agencia Uno.
Bitácora de un planificado robo en el Ministerio de Desarrollo Social. Giorgio Jackson realizó declaraciones por el delito. Foto: Sebastián Villarroel, Agencia Uno.

Se trataba de una caja fuerte que operaba como una caja de seguridad, correspondiente a la tesorería del organismo ¿Qué había dentro? “Sólo documentos del ministerio”, dice el parte policial que consignó el robo. ¿Qué tipo de documentos? Fuentes del caso explican que se trataba de boletas de garantía de licitaciones y contratos de la cartera que hoy dirige Jackson.

El que los ladrones hayan conocido cada una de las dependencias del edificio hacen sospechar a los investigadores que se trata de un robo fríamente planificado. Los “overoles blancos” sabían las oficinas donde estaban los computadores y también dónde estaba alojada la caja fuerte.

Ya con el “botín” en sus manos, los delincuentes volvieron a salir del edificio, subieron a un auto marca Chevrolet, modelo Sonic, color gris, y huyeron del lugar. Patente: “no identificada”, consignó la policía.

Los investigadores del caso aseguran que, por ahora, se trata de un “cuento del tío”, que no hay más antecedentes que apunten en otra dirección, pero aclaran, que más allá de las motivaciones que pueda haber, ellos pesquisan delitos. Y el único hecho, hasta ahora, es que se llevaron computadores desde un edificio institucional.

El modus operandi

La Fiscalía y el OS-9 trabajan en seguir la huella de tres situaciones: el relato de los guardias, para reconstruir los hechos y conocer los registros telefónicos, de quien daba las instrucciones por WhatsApp; el valor de los computadores robados para saber si se trataba de artículos de alta tecnología, ya que todo apuntaría a un robo para reducir estas especies; y tercero, las cámaras de seguridad.

El registro audiovisual es clave para los peritos, sin embargo, hasta ahora no hay mucha claridad sobre si las cámaras que estaban dentro de la oficina grabaron o no los hechos.

En ese proceso están los funcionarios policiales, como también en incautar las cámaras de seguridad instaladas en la vía pública y así poder seguir el rastro del auto en el que llegan y se van los sujetos vestidos con overoles blancos.

Emanuel Ibaceta, vocero de la Fiscalía Centro Norte, afirmó que “hay diligencias pendientes y ya decretadas por esta fiscalía para dar cuenta de cuál es la identidad de los autores” y que se está “tomando declaración a todas las personas que pudieron haberse visto involucradas en este hecho en la calidad que corresponde ahora como testigo”. Para el abogado del ente persecutor se trata de un “robo más”, por ahora.

Sin embargo, para la vocera de gobierno, Camila Vallejo (PC), no se trata de un delito común. “Este hecho es de suma gravedad, se entra a las dependencias de un ministerio para sustraer computadores y otros elementos con bastante facilidad, y con la información que tenemos esto no parece ser un robo común”, dijo, acusando que existe “una persecución política brutal en contra del ministro Jackson”.

Entre los investigadores insisten que hasta el momento no hay nada que apunte en esa dirección: ni a algo eventualmente construido para favorecer a alguien en particular, ni para afectarlo.

El edificio del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, ubicado en calle Catedral, en Santiago, fue afectado por el robo de una veintena de computadores y una caja de seguridad.
El edificio del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, ubicado en calle Catedral, en Santiago, fue afectado por el robo de una veintena de computadores y una caja de seguridad. Foto: Sebastián Beltrán Gaete / Agencia Uno.

Esta versión, la de los policías y fiscales que trabajan en el caso, se sostiene aún más con el hallazgo de los computadores. Los 23 notebooks fueron encontrados en la casa de una mujer, mayor de 75 años, en la comuna de Renca.

El jefe del OS-9, el coronel Jaime Velasco, señaló que “los computadores se encontraron no hace muchas horas, la información preliminar que nosotros manejamos en este momento es que efectivamente estarían íntegros, en una primera revisión no tendrían daños ni otras situaciones que ameriten algún tipo de observación”.

En tanto, señaló que la mujer que recibió los computadores, “está en una situación de flagrancia y por supuesto que esos antecedentes de inmediato fueron puestos a disposición del Ministerio Público. Su rol específico es recepcionar estas especies que son producto de este robo, efectivamente tiene antecedentes con robos e infracciones a la ley de drogas”.

En cuanto a cómo se ejecutó el robo, la fiscalía detectó que se trató de dos momentos distintos, donde se utilizaron dos autos para concretar la sustracción de las especies. Lo primero fueron los computadores, los que fueron reunidos por los guardias para luego entregarlos al supuesto “sobrino” del ministro.

“Posterior a aquello es que entran tres personas que estaban camufladas, sus vestimentas eran tapadas con una especie de overol y ellos sustraen la caja fuerte”, dijo el fiscal Ibaceta.

El coronel Veloso, en tanto, agregó que se están reconstruyendo los movimientos de los ladrones, desde que entran al edificio de Desarrollo Social hasta que inician su huida. Se están periciando las cámaras de tránsito de todas las arterias cercanas a Catedral, así como también las autopistas de la Región Metropolitana. La operación “rastrillo” es total, asegura una fuente policial.

Empresa de seguridad es sancionada

El guardia del edificio del Ministerio de Desarrollo Social actualmente es una de las personas clave en la indagatoria sobre el robo. El funcionario es trabajador de la empresa HM Seguridad SPA, compañía que se adjudicó el servicio en las instalaciones de Desarrollo Social y que mantiene otros 15 contratos con reparticiones públicas como el Servicio Médico Legal (SML), el Ministerio de Obras Públicas, el Gobierno Regional de la Región Metropolitana, la Defensoría Penal, entre otros.

La seguridad en esa cartera fue adjudicada el 2021 por segunda vez a la misma empresa, en un contrato que dura hasta el próximo año. El contrato actualmente vigente, y por todos los cuatro años que se prestará el servicio, asciende a $ 219.356.865, lo que equivale a un monto mensual de casi siete millones de pesos por mantener la protección de los 18.630 metros cuadrados que tiene el edificio ubicado en la esquina de Catedral con la Avenida Manuel Rodríguez y que tiene seis pisos y cuatro subterráneos.

El edificio corresponde, en un total a 65% de oficinas, según el contrato entre la empresa y la Subsecretaría de Servicios Sociales, quien firmó el acuerdo. Según el contrato, al cual tuvo acceso La Tercera PM, los servicios prestados por la empresa contemplan la disposición de al menos dos guardias durante el día, y uno durante los turnos de noche.

Junto con eso, el acuerdo además considera que los guardias de seguridad del inmueble deberán realizar una ronda cada una hora, anotando en un libro de novedades cualquier tipo de incidencia que se registre. También se establece que para el control de ingreso de personas, los funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social que ingresen al edificio en días inhábiles o posterior a la jornada laboral “deberán contar con una autorización emanada por la jefatura directa y visada por la contraparte técnica” del ministerio.

La empresa, en este caso, sin embargo, no se ajustó a lo establecido en la normativa, es decir, el otorgado por el OS-10 de Carabineros y que también está contemplado como requisito en los contratos. Por lo mismo, el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, informó que se realizó una fiscalización, la cual “arrojó que existía personal de seguridad privada que tenía en deuda llevar adelante los cursos de actualización de la labor de seguridad. Esto es una infracción y se cursa una multa”.

Por ahora, con los computadores encontrados y con la declaración de quien recibió los notebooks en Renca, para la policía resta dar con el destino de la caja fuerte y quiénes idearon y perpetraron un robo que generó recriminaciones políticas cruzadas.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.