Estudiantes del Instituto Nacional votan continuar la toma que elevará a tres las semanas de clases perdidas

Este miércoles se dieron a conocer los resultados de los sufragios que cumplieron con el quorum y donde poco más del 60% apoyó mantener la medida de presión. Con esto, el establecimiento llegará a 14 días académicos sin actividades en 2023 y otros tantos en que alguna de sus jornadas -mañana o tarde- corrieron la misma suerte.


El martes 16 de mayo fue votada formalmente la toma del Instituto Nacional por parte de sus estudiantes. La decisión fue una medida de presión para conseguir respuestas al petitorio que le habían entregado a la nueva rectora Carolina Vega poco antes.

La propia máxima autoridad institutana aseguró en entrevista con La Tercera que esa acción era previsible y que trabajaban para entregar respuestas a los alumnos, lo que efectivamente ocurrió el 19 de mayo, pero ni eso bastó para deponer la toma, que acorde a los estatutos de los estudiantes debe ser ratificada semanalmente. Eso fue lo que terminó ocurriendo.

Y es que tras una votación que se llevó a cabo la tarde del martes, este miércoles el Tribunal Calificador de Elecciones del Instituto Nacional procedió al conteo de votos, el que superó apenas el quorum (hubo 1.751 votos y se requerían 1.713) y determinó que sobre el 60% apoyó continuar con la medida, lo que se notó con fuerza en los cursos más grandes.

¿Qué viene ahora? Al menos una semana más de toma, hasta que vuelva a ser votada mantenerla o no el martes que viene. Con esto se completarán dos semanas sin clases solo en esta toma.

Hasta ayer y según datos del propio Instituto Nacional, ya eran nueve los días académicos completos sin clases, es decir, en que las jornadas de mañana y tarde no tuvieron forzosamente actividades académicas. Así, sumando esta nueva semana de toma, llegarán como mínimo a 14 días académicos perdidos, aunque desde que comenzó el año escolar sí hubo otras jornadas en que por diversos incidentes, en su mayoría durante las mañanas, se despachó a los alumnos de la jornada matinal (segundo, tercero y cuarto medio), pero los de la tarde (séptimo y octavo básico, y primero medio) sí tuvieron clases.

Con esto, las autoridades del establecimiento y municipales ya vislumbran que la salida a vacaciones de verano se acerca indefectiblemente a enero.

“Las actividades académicas se mantienen suspendidas para el estudiantado. El equipo directivo, por su parte se mantendrá trabajando para generar los acuerdos necesarios que contribuyan a restablecer a la brevedad la continuidad de las clases y procesos de aprendizaje de nuestros estudiantes”, se leía en un comunicado de dirección.

Las respuestas que no bastaron

A través de un documento de 13 páginas, las autoridades comunales y del establecimiento contestaron punto por punto a lo solicitado por los alumnos en el ‘Compendio de demandas del estudiantado del Instituto Nacional (IN)’ con que recibieron a la nueva rectora Carolina Vega el 16 de mayo y que pedía en un petitorio de 15 puntos, más docentes y cambios en el menú, entre otras cosas, y que al día siguiente los llevó a votar la toma. Pero no bastó para que los estudiantes depusieran su movilización.

Entre las demandas estaba el “respeto a instancias organizativas del establecimiento”. Respecto de esto y las denuncias de “persecuciones por parte de inspectores y profesores”, la respuesta decía que las organizaciones estudiantiles “se encuentran garantizadas” y que en pos de resguardar su desarrollo, “enfatizamos la necesidad de coordinar las convocatorias por medio de interlocutores válidos del estamento estudiantil”.

Sobre el incremento de docentes se recordaba que durante el año pasado se estableció a nivel comunal el Plan de Apoyo Pedagógico que destinó la contratación de 300 horas docentes para el IN. La respuesta fue: “Actualmente este estamento se encuentra con sobredotación, por lo que no se pueden aumentar las contrataciones, solo gestionar los reemplazos en casos de licencias médicas”, se justifica, al tiempo de señalar que se espera que el área de administración “pueda mejorar la organización del trabajo del personal auxiliar, lo que debiera redundar en mejoras para la comunidad”.

Y en cuanto a la solicitud de opciones vegetarianas y veganas en el menú, la respuesta también fue clara: “El Programa de Alimentación Escolar depende exclusivamente de las directrices enviadas desde Junaeb, por lo que cualquier modificación al programa debe abarcar las diferentes necesidades de los establecimientos tanto de la comuna como del resto de la región, dado que estas no se realizan de manera particular para cada establecimiento”. Por esto el compromiso de las autoridades es a trabajar “para que se haga realidad la existencia de una instancia de trabajo formal -julio 2023- con Junaeb sobre estos temas”.

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