El gobierno de Bolivia reaccionó a las acusaciones que apuntan a que personal de las Fuerzas Armadas de su país habrían propiciado disparos en contra de un niño boliviano de 13 años en -presuntamente- territorio chileno, cerca de la comuna de Colchane.

Las acusaciones surgieron por parte de la familia del menor que indicaron que éste recibió disparos de militares bolivianos en el sector de Panavinto. Sin embargo, el viceministro de Lucha contra el Contrabando, coronel Gonzalo Rodríguez, manifestó en el canal de televisión altiplánico Cadena A que “no ha habido ni un solo disparo de parte de las Fuerzas Armadas. Refutamos el hecho de que vengan a echar la culpa a las FFAA que hayan hecho uso de armas de fuego”.

Además, agregó que “todo se ha limitado a acciones de contención. No sé qué habrá pasado al frente con intervención de los Carabineros, no podemos asegurar nada porque la zona es bastante extensa. Nuestro salar es bastante grande, pero nosotros hemos estado haciendo un patrullaje juntos con las unidades correspondientes”.

El confuso hecho ocurrió en la tarde del pasado miércoles y culminaron con el traslado aéreo del menor, por parte de la Fach, hasta el Hospital Regional de Iquique hasta donde ingresó sin riesgo vital.

A través de su cuenta de Twitter, el alcalde de Colchane, Javier García, sostuvo que se trató de un “incidente en investigación que involucra a militares bolivianos”. Mientras que Carabineros señaló que el incidente fue en territorio boliviano.

En tanto, de acuerdo al medio boliviano El Deber, lugareños habrían indicado que “los soldados bolivianos quemaron dos autos en el salar de Coipasa. Esta misma acción se realiza con los vehículos que ingresan de contrabando por este punto de la frontera entre Chile y Bolivia. Se desconoce si este hecho tiene que ver con el incidente del niño baleado”.