Dos episodios de cansancio emocional había presentado Julio Milostich en menos de un año. El primero sucedió a fines de 2007, en plena grabación de la teleserie de TVN El señor de la querencia y producto del cual debió descansar una semana  con sesiones de masajes (pagadas por el canal) incluidas.

El segundo hecho fue en julio pasado, cuando debido al éxito de su agresivo personaje en la misma realización dramática y la sobrecargada agenda de promoción, el actor de 42 años nuevamente tuvo que pedir dos semanas de licencia. Pero la riña que protagonizó el pasado 14 de agosto en un bar de Ñuñoa (y que le valió una querella por homicidio frustrado) sorprendió a sus amigos y compañeros de telenovelas.

La actriz Teresita Reyes (Descarado) lo recuerda como "un hombre encantador". Explica que "cuando nos juntábamos él siempre cantaba con nosotros. El es muy tranquilo. Además, se integraba rápidamente en los equipos de trabajo".  

Ingrid Cruz (Brujas) señala que "la presión que tenía en la teleserie de Canal 13 era mucho menor a la que tiene con El señor de la Querencia en TVN, además él hace mucho teatro, y eso contribuyó a su estrés".

Por otra parte, Francisco Reyes (Viuda Alegre) opina que Milostich "es una persona genial, muy cariñosa, comprensiva".

Sin embargo, hay varios actores que coinciden que en este año el ánimo de Milostich cambió drásticamente. Un ejemplo es Matías Oviedo, el encargado de interpretar a su hijo en la nueva teleserie nocturna de TVN, y quien confiesa que "en las grabaciones se le notaba exigido". Diego Casanueva, por su parte, quien compartió con Milostich en los ensayos de la obra César, es más enfático: "Ultimamente se le veía que estaba pasando por momentos más complicados. Lo veíamos más cansado, disperso". Pese a ello, el actor de Gen mishima aclara que "es un hombre muy pacífico, tranquilo, calmado. Siempre con mucha disposición y con la buena onda. Es muy bajo perfil".