Parecía una maldición. De ésas que nunca iban a acabar. Y con el correr de los años se transformaba en una cruz casi imposible para cargar por parte de los jugadores y también de los hinchas de San Lorenzo. Los mismos que en cada cancha que visitaban debían soportar cantitos despectivos por el hecho de pertenecer al único de los denominados cinco grandes del futbol argentino que nunca ganaron la Copa Libertadores.

Pero tantas décadas de sufrimiento y humillación pueden terminar de un plumazo. O más bien, en 180 minutos. Por primera vez en su historia, San Lorenzo disputará la final de la Copa Libertadores y son pocos los que se atreven a apostar en su contra. El rival, Nacional de Paraguay, parece el adversario propicio para dar la tan ansiada vuelta olímpica continental, aunque si de algo careció este certamen fue precisamente de lógica.

Mañana en Asunción y el miércoles 13 en Buenos Aires, se sabrá el corolario de esta historia, que en el barrio de Bodeo, cuna de San Lorenzo, se vive con una pasión desmedida. Y que tiene al propio Papa Francisco como uno de sus máximos fanáticos.

"Hay una efervescencia muy grande en todo el mundo San Lorenzo. El hincha es muy apasionado y lo está viviviendo de una manera muy particular toda esta previa de la definición", comenta Alberto Acosta, ex goleador azulgrana y que lleva los colores del cuadro de Boedo pegados en la piel. Un fanatismo que lo llevó incluso a viajar hasta La Paz para la segunda semifinal con Bolívar en compañía de sus dos hijas.

¿Cómo se vive una instancia como ésta desde afuera? Usted gano dos títulos continentales con el club. 

Estuve en los planteles que ganaron la Mercosur y la Sudamericana, justamente los dos primeros trofeos internacionales de la historia de San Lorenzo, pero siempre estaba presente la Libertadores. La jugué varias veces, pero siempre quedé a mitad de camino.

¿Pesaba el hecho de no ser el único de los cinco grandes que jamás la ganó? 

En esta clase de competiciones pesan varios factores. Lo que sí le puedo asegurar es que la frustración de no haberla ganado todos estos años es tremenda. Ahora, que se está tan cerca  del objetivo, como que te parece todo increíble. Pero aún queda un paso y hay que darlo,

Pero más allá de está última frase cautelosa, da la sensación que no se le puede escapar el título a San Lorenzo. 

Para mí, es ahora o nunca.  Pero lo digo porque no sabes cuando volverás a vivir una final de este tipo. Además, el hecho de que definas en casa te da un plus.

Mucho se habla de que en esta Copa llegaron arriba equipos que nadie tenía en sus planes, como Bolívar o el propio Nacional. ¿Eso le resta méritos a la campaña San Lorenzo? 

Para nada. De hecho, antes de jugar con Bolívar, el equipo dejó en el camino a Botafogo, Gremio y Cruzeiro. Incluso a estos dos últimos los eliminó en Brasil. Al menos, el camino que recorrió San Lorenzo tuvo un alto grado de dificultad.

Por último, ¿es cierto que se quiere tatuar la Libertadores en caso de que la gane San Lorenzo? 

Sí, ya me comprometí. Y ojo, voy a cumplir frente a las cámaras. No sé donde me haré el tatuaje, pero la Copa la tendré grabada en mi cuerpo. Todo sea por ganarla. Tiene que ser ésta, sí o sí.