Histórico

Análisis de Carabineros revela que robo a cajeros automáticos bajó 75%

Entre enero y agosto de este año se registraron 83 ataques. En el mismo período de 2014 hubo 338 de estos atracos.

El plan delictual parecía perfecto: elegir un cajero automático ubicado en un conocido mall de la zona sur, detonarlo y robar todo el dinero que guardaba en su interior. Sin embargo, la madrugada del 31 de agosto, el plan fracasó y la banda criminal sólo pudo escapar con un botín de $ 600 mil.

¿La razón del fallido golpe? La presencia policial y el sistema de seguridad implementado en el dispensador para retrasar su robo. Casos como este no son aislados y forman parte de los 83 ataques contra cajeros automáticos a nivel nacional en lo que va del año, que para Carabineros representa una disminución del 75% en comparación con igual período de 2014 (enero-agosto), cuando este tipo de ilícitos llegaba a los 338 casos (ver infografía), según las estadísticas del Departamento de Análisis Criminal y el Departamento OS-9 de la policía uniformada.

De acuerdo a los registros policiales, la sustracción de dispensadores de dinero llegó a su mínimo histórico. Los métodos utilizados, según las mismas cifras, son liderados por el sistema de saturación por gas (explosión de los cajeros); seguido del uso de vehículos mediante lazos de acero y, posteriormente, la utilización de máquinas de oxicorte.

Una baja considerable también anotaron los robos a vehículos blindados usados para el transporte de valores. Las estadísticas de Carabineros así lo muestran: si en 2014 hubo 24 asaltos a camiones, este año han ocurrido seis ilícitos de estas características.

El robo de cajeros no es el único delito seguido de cerca por Carabineros. También la policía trabaja en la detección de bandas dedicadas a los asaltos bancarios que, en 2014, registraron 18 casos, y este año han ocurrido 14. Es decir, existe una estabilidad en la ocurrencia de estos hechos.

Caen unos, nacen otros

Para el subsecretario de Prevención del Delito, Antonio Frey, las cifras demuestran “una baja brutal del delito, pero no se ha extinguido porque eso es muy difícil. En los últimos tres meses hemos tenido sólo 11 eventos y dos de ellos consumados”.

Según la autoridad, uno de los factores que incidió en la baja de estos hechos fue la tipificación del “delito de robo de cajero automático, que estableció que a ese delito en lugar no habitado, que tenía penas bajas, se aplicara una sanción de entre tres y cinco años de cárcel. Con la Ley de Control de Armas y las técnicas de explosión de cajeros, se pueden invocar penas de hasta 20 años de prisión”, dijo Frey.

De acuerdo al subsecretario,  aun cuando hay una baja en los delitos, existe “una hipótesis que dice que gente que se dedicaba a robar cajeros, con las dificultades que les impusimos, se trasladaron para cometer estos otros delitos (…). Es interesante, porque el delito es cambiante, muy dinámico e innovador y las instituciones tienen que ser flexibles para incorporar esta innovación porque las respuestas rígidas terminan en la basura”.

Uno de los delitos emergentes que han detectado las autoridades son los robos violentos de vehículos, también conocidos como “portonazos”, los cuales han mostrado una tendencia al alza. Otro ilícito que muestra un incremento son las sustracciones de cajas fuertes de supermercados. Estos temas fueron analizados en el Consejo Nacional de Seguridad, realizado el jueves pasado en La Moneda.

El general Christian Fuenzalida, director (s) de Orden y Seguridad de Carabineros, explicó los factores técnicos detrás de la reducción de estos hechos: “La baja de robos obedece a la incorporación de medidas de seguridad en los cajeros automáticos, que fueron establecidas mediante el Decreto 222. Cada vez, y con mayor frecuencia, se frustran estos intentos de atraco. Este caso constituye un muy buen ejemplo del trabajo conjunto entre la seguridad privada y la seguridad pública”.

Sin embargo, el alto oficial advirtió que “desde la perspectiva operativa, se sabe que el delincuente va mutando hacia otros delitos (...). Uno de los blancos de interés para el delincuente han sido las cajas fuertes de establecimientos comerciales, que mantienen altas recaudaciones. Surge un desafío importante para este tipo de comercio para elevar sustantivamente las medidas de seguridad que hoy usan”.

El coronel Daniel Tapia, es jefe del Departamento OS-9 de Carabineros y quien está a cargo de las investigaciones de este tipo de delitos. Según el uniformado, el “departamento especializado ha puesto un énfasis en el análisis criminal. Nos hemos coordinado con empresas de transporte de valores y de carga para cruzar información y, asimismo, capacitar a los conductores en medidas de seguridad y aquellos aspectos que puedan ser rescatados, y se transformen en antecedentes útiles para los procesos investigativos”.

Tapia, además, dijo que “los delincuentes cambian su actuar, su modus operandi e, incluso, su nicho delictual”.

Para Felipe Harboe, senador del PPD y miembro de la Comisión de Seguridad de la Cámara Alta, la baja en este tipo de ilícitos “me preocupa, porque si bien baja este tipo de delito, tenemos un alza desproporcionada del delito de receptación, lo que puede significar que se está retipificando el delito”. Agregó que “la ley que aumentó las penas generó un disuasivo llevando a lo delincuentes a robar casas, lo que fue advertido en su oportunidad”.

El diputado de RN Gonzalo Fuenzalida aseguró que la disminución se originó tras la puesta en marcha de un “decreto nuevo, donde se le hacen exigencias a los bancos en un plazo de tres años, donde podían entintar los billetes, encamizarlos o anclar los cajeros al piso. Y los bancos lo han tenido que hacer”. Agregó que estas entidades, “además de la obligación de ponerles cámaras a los cajeros, han tenido que sacar dispensadores de lugares donde era muy fácil robarlos. Hoy existen menos cajeros disponibles, no están en todos lados, porque no tenían las medidas de seguridad y ya no es tan fácil robar un cajero”.

Sobre este punto, desde la Asociación de Bancos aseguraron que “el importante crecimiento de canales de abastecimiento de efectivo distintos de los cajeros automáticos es un fenómeno que se ha observado en varios países, constituyendo una tendencia a nivel mundial. De hecho, el crecimiento del número de estos dispensadores tiende a disminuir a medida que aumenta el nivel de ingreso de los países, una vez alcanzado un cierto nivel de cobertura, lo que se podría explicarse tanto porque los países ya han alcanzado un nivel de cobertura de equilibrio y/o por la proliferación de canales sustitutos”.

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