Un avión caza F-22A se estrelló hoy en California durante un vuelo de prueba y aún se desconoce el estado del piloto, según confirmó la Fuerza Aérea estadounidense.

La teniente coronel Karen Platt, portavoz de la Fuerza Aérea, dijo que el accidente tuvo lugar a unos 55 kilómetros al noroeste de la base Edwards de la fuerza, que queda al norte de Los Angeles.

El F-22 es uno de los aviones de combate más sofisticados del mundo y es muy costoso. El de hoy fue el primer accidente sufrido por este modelo desde que se comenzó a producir, aseguró Platt.

El aparato ha estado en el centro de las especulaciones sobre los planes del presidente Barack Obama de recortar el gasto en sistemas de armas caros que el Ejército no necesita. El F-22 es el avión caza más caro de la Fuerza Aérea, a 140 millones de dólares cada uno, y originalmente fue diseñado durante la Guerra Fría.

Desde que se comenzó a producir en 2005 se entregaron más de 100 de los 183 F-22 previstos para la venta. Se espera que la administración Obama informe en abril si extenderá la producción de estos jets fabricados por Lockheed Martin.

El secretario de Defensa norteamericano Robert Gates discrepó con la Fuerza Aérea y dijo que la cantidad de F-22 previstos es suficiente.

Los críticos del aparato consideran que es demasiado caro en una época en la que Estados Unidos está llevando adelante guerras contra la insurgencia en Irak y Afganistán. Los que lo apoyan aseguran que podría ser necesitado para futuras amenazas imprevistas.

Cualquier recorte en la fabricación de los F-22 podría generar conflicto entre Obama y los legisladores, quienes sostienen que frenar la producción de estos aviones podría provocar la pérdida de miles de empleo en una época en la que la crisis económica dejó ya millones de desempleados.

El otro accidente de un F-22 ocurrió en diciembre de 2004 durante las evaluaciones previas a su producción.