Christa Wolf gana el premio Thomas Mann de literatura

La autora es una de las escritoras más famosas de la ex Alemania Oriental.




Christa Wolf, una de las escritoras más famosas de la ex Alemania Oriental, ganó el prestigioso premio Thomas Mann de literatura por el extenso aporte realizado durante su carrera.

La autora de 81 años recibió el premio, valorado en 35.090 dólares, por una obra "que investiga las luchas, esperanzas y errores de su época de una forma crítica y autocrítica, con profunda seriedad moral y poderosa narrativa", indicó el jurado en un comunicado.

Peter Guelke, escritor y musicólogo que ofreció un discurso en la ceremonia de premios, dijo que Wolf es "una autora cuyas palabras significaron -y siguen significando- mucho tanto en la Alemania Oriental como Occidental".

Wolf saltó a la fama con la publicación de "Der geteilte Himmel" ("Cielo dividido") en 1963, una novela que investiga los retos y problemas a los que se enfrentaban los alemanes que vivían bajo el Gobierno comunista en el lado este de la Cortina de Hierro.

Otras obras conocidas de la autora son su novela de 1968 "Nachdenken über Christa T" ("Reflexiones sobre Christa T."), que retrata la desilusión de una mujer de la Alemania Oriental con el estado socialista en el que vive.

El libro fue prohibido por el Gobierno, que temía que la novela pudiera causar "desorientación ideológica".

Aunque Wolf se unió al Partido Socialista de Unidad alemán en 1949 y fue miembro hasta 1989, su actitud hacia el Estado comunista de Alemania Oriental era ambivalente.

En 1993 se hallaron documentos que revelaron que había trabajado como informante para la Stasi, la policía secreta de Alemania Oriental, entre 1959 y 1962.

Entre 1968 y 1989 Wolf estuvo bajo vigilancia de la Stasi por expresar opiniones divergentes con la doctrina oficial.

La experiencia sirvió después como tema de su obra semi autobiográfica "Was bleibt" ("Lo que queda"), que cuenta la historia de una escritora que se siente perseguida al ser espiada por la Stasi.

El texto despertó la polémica cuando se publicó en 1990, años después de ser escrito en 1979.

Los críticos de Wolf aseguran que debería haberlo publicado antes de que el fin de Alemania Oriental fuera inminente. Dejarlo hasta que Alemania se encontrara al borde de la reunificación fue una prueba de su cobardía y oportunismo, según afirmaron.

Otros consideran que la novela es insensible hacia los que realmente sufrieron bajo el comunismo en el país. Después de todo, Wolf había logrado el respeto de los funcionarios del régimen y disfrutaba de privilegios por ello.

La escritora fue una de las mayores críticas a la reunificación alemana, e hizo campaña públicamente para que siguiera existiendo una República Democrática Alemana independiente.

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