Centenares de trabajadores de la única refinería de petróleo de Escocia empezaron hoy una huelga de 48 horas, que obligó al consorcio petrolero británico BP PLC a cerrar un sistema de oleoductos que transporta casi una tercera parte de la producción de crudo del Mar del Norte.

BP dijo que completó el cierre del Sistema de Tubería Forties a las 06:00 horas, cuando 1.200 trabajadores de la refinería de Grangemouth, en el centro de Escocia, suspendieron sus labores.

La situación llevó a la empresa propietaria de la refinería, Ineos, a suspender la producción en la instalación, que genera electricidad y vapor para el oleoducto, que transporta 700.000 barriles de crudo al día desde el Mar Norte a la planta Kinneil de BP.

El grupo británico del sector energético Oil & Gas U.K. sostuvo que la movilizaci{on, detonada por diferencias de obreros y patrones sobre pensiones, costaría 50 millones de libras esterlinas (US$ 99 millones) al día por producción perdida.

El efecto principal de la huelga probablemente lo sentirá el erario británico -que depende pesadamente de los impuestos por producción de crudo- y las gasolineras en Escocia, algunas de las cuales limitaron sus ventas en anticipación de la huelga.

El gobierno instó a los automovilistas a que no acumulen combustible, asegurando que hay suficiente. Las autoridades desean evitar que se repitan las escenas de año 2000, cuando los automovilistas se vieron obligados a hacer fila en las estaciones de bencina, luego que los camioneros obstruyeron las refinerías en protesta por un impuesto al combustible.

"Hay suficiente gasolina y diesel en Escocia para satisfacer la demanda durante este periodo", manifestó el secretario de Negocios del gobierno, John Hutton, en declaraciones a la cadena British Broadcasting Corp.