Histórico

Cogobierno universitario

Muchos países no tienen este sistema, porque entienden que las universidades no pueden estar sujetas a grupos de interés de paso, como son los estudiantes.

EL MINISTRO de Educación nos ha notificado que derogará un artículo en un DFL  que prohíbe la participación de los estudiantes en la toma de decisiones de las universidades chilenas.  Es decir, nos ha informado que se abre la posibilidad de volver al cogobierno universitario.

La razón de ser de una universidad  son sus estudiantes. Luego, por adición, vienen las otras funciones clásicas: investigación, extensión y vinculación con el medio. Nadie puede, entonces, menospreciar ni disminuir la importancia que tienen nuestros  jóvenes en las universidades. Pero una cosa es realzar su importancia, y otra es que estos mismos jóvenes se arroguen el conocimiento y la capacidad para  dirigir una universidad.

Eso sería tan absurdo como si los pasajeros de un avión le exigieran al comandante de la aeronave que fuesen consultados en la toma de las decisiones que se deben adoptar en un viaje.

Los alumnos llegan con 17/18 años -la mayoría de ellos-,  inmaduros y desorientados, y se incorporan a una organización que por definición es jerárquica, donde lo que prima es el conocimiento experto; donde existen profesores que tienen un ordenamiento, también jerárquico, de acuerdo con su currículo, competencias y prestigio intelectual.

Estos jóvenes se integran a una organización  que se mueve en torno a la preocupación por encontrar las mejores fórmulas que permitan darles la más completa formación; donde las conversaciones son sobre tal o cual avance de la ciencia o del conocimiento; donde las teorías científicas o humanas se discuten, analizan y cuestionan; donde el alumno es observador activo.

Es en las universidades donde los alumnos deben cumplir con una serie de rígidas exigencias, normas y evaluaciones que son parte de su formación. Es aquí donde todavía tienen el derecho a equivocarse, porque están aprendiendo; donde gracias a todo lo anterior, adquieren disciplina, normas de comportamiento y conocimientos para enfrentar la vida; donde alcanzan una profesión.

Entonces, ¿por qué creemos  que los estudiantes, en etapa formativa, tienen las competencias para administrar y dirigir una universidad?

Son muy pocos los países que tienen el cogobierno establecido en su legislación. Algunos lo tuvieron y se dieron cuenta de su ineficacia y lo eliminaron. Otros, como la gran mayoría de los países europeos, con excepción de España, nunca lo han tenido. Lo mismo ocurre en Estados Unidos y Canadá, que no lo contemplan. Ni siquiera las universidades chinas, públicas y privadas, han adoptado el modelo de cogobierno como régimen de administración universitaria. ¿Y por qué? Porque saben -o se han dado cuenta- que una universidad no puede estar sujeta a grupos de interés de paso, como son los estudiantes. Porque saben que las universidades son un bien superior de los países, que debe cuidarse con visión de futuro y trascendencia.

En consecuencia, le pediría al ministro de Educación tener presente las certeras palabras del ex Presidente Aylwin: "La universidad no es patrimonio de los actuales miembros de la comunidad universitaria. Existe para estar al servicio de los intereses generales permanentes de la nación".

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