Crítica de cine: Navidad sin los Suegros

Brad y Kate son una pareja feliz. Ambos son profesionales y exitosos, se aman, no están casados, no tienen hijos y todos los años eligen las fiestas de fin de año -y en especial, la Navidad- para tomar vacaciones como una manera de arrancar de sus familias. Pero el día en que una tormenta suspende todos los vuelos, se ven obligados a visitar a los padres de cada uno, que viven separados: los dos padres de ella, y los dos de él. Brad y Kate deberán pasar cuatro veces por el martirio de visitar a sus familias, que los avergonzarán constantemente y pondrán en duda la fortaleza de su relación de pareja.
Eso explica que el título original de esta película sea Four Christmases, pero nada explica que en español se llame Navidad sin los Suegros, porque la película se trata de todo lo contrario: de pasar la Navidad con los suegros. La comedia no tiene demasiada garra, salvo un par de chistes bien dichos y, como es de esperarse, a poco andar se inunda de buenos sentimientos. Dirige Seth Gordon, el mismo de The King of Kong, esa cinta sobre dos tipos que se pelean por tener el mejor record del videojuego Donkey Kong, y que bien puede ser de los documentales norteamericanos más curiosos y enganchadores de este año.
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Director: Seth Green.
Con: Vince Vaughn, Reese Witherspoon, Robert Duvall, Sissy Spacek.
Duración: 88 minutos.
Género: Comedia.
Producción: EEUU/ Alemania, 2008.
Calificación: Todo espectador.
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