Histórico

Críticas e insolencias

DOS  LECTORES han manifestado no sentirse representados por este columnista, debido a que la semana pasada señalé hechos que debieron ser cubiertos por La Tercera, como el tedeum de los evangélicos o las discrepancias existentes al interior del movimiento estudiantil.

El primero de ellos argumenta que  la cobertura o no cobertura de la ceremonia religiosa de los evangélicos no tiene relevancia, por corresponder a sectores minoritarios y que basta con el párrafo publicado.

Entre paréntesis, esa minoría, si la población chilena a julio de este año era estimada en 16.888.760 habitantes, suma 2.600.869 de compatriotas. (Cifras proyectadas a partir del censo de 2002).

En todo caso un diario serio debe dar cabida en sus páginas a las minorías, porque entre sus obligaciones está informar a todos sus lectores de los hechos y puntos de vista de los diversos sectores nacionales, incluso de aquellos que no son de su línea editorial. De lo contrario, se convierte en un periódico de trinchera. En esto es similar a la democracia: en ella las mayorías deben respetar a las minorías y no sería justa si las primeras quitasen el derecho a expresarse a las segundas. De igual manera, un diario no cumple con su misión si no deja constancia de los planteamientos válidos de un sector minoritario.

En el caso del tedeum evangélico, mal que pese, asistieron las principales autoridades del país y parlamentarios tanto del oficialismo como de la oposición. Y lo que allí se dijo desató una polémica.

Pero desde un punto de vista de secuencia periodística, hay una cuestión más gravitante aun, porque en los días previos a ese acto La Tercera dejó constancia de la inquietud  en La Moneda por la división entre distintos obispos evangélicos y por lo que se diría en esa ceremonia sobre el Acuerdo de Vida en Pareja(11.09.2011, pág. 20). Lo razonable, luego de esa noticia y del suspenso generado, era entregar con mayores antecedentes el desenlace que tuvo el episodio.

Lo mismo debe decirse con respecto de los estudiantes que, sin perjuicio de concordar y apoyar las demandas de sus compañeros, no están de acuerdo con la forma en que se ha llevado y sostenido el movimiento. La prensa también debe dar cuenta de los que quieren concurrir a clases y de los padres y jóvenes que disienten.

Sobre las otras aristas del movimiento estudiantil y que no se informaron en su oportunidad, esta columna dejó constancia con motivo de la carta de José Manuel Castro T. (26.06.2011). Era un aspecto del cual se ha llamado la atención con anterioridad.

Los dos lectores mencionados no comparten las ideas expuestas en el tedeum, ni en otras instancias, en que se cuestionó el proyecto de Acuerdo de Vida en Pareja y el aborto terapéutico. No me corresponde entrar en esa discusión, pero uno de ellos se contradice con su crítica al sostener: "La Tercera se ha caracterizado por publicar siempre las distintas opiniones existentes en el país y no sólo las del gobierno de turno". Eso es precisamente lo que se pretende respetar, que se den a conocer las diferentes ponencias es de la particularidad del buen periodismo.

Bienvenidas las críticas y las discrepancias de los lectores, obligan a corregir y precisar, pero lamentablemente debo dejar constancia que en este caso uno de mis censores entra en el terreno de las descalificaciones personales. No entrego su identidad a fin de no desacreditarlo, porque acompaña a su nombre una serie de títulos académicos y con su insolencia confirma, que a pesar de los años pasados en las aulas universitarias, la educación no anda del todo bien en este país. Como percibo en sus ataques cierta pasión, le sugiero consultar Tiberio, historia de un resentimiento, de Gregorio Marañón.

Otros temas

El presidente de la Academia Chilena de la Historia, embajador José Miguel Barros Franco, llamó para destacar el error cometido en la sección "Hoy en la Historia" (19.09.2011) en la que se afirmó que el Presidente José Manuel Balmaceda luego de la derrota sufrida por el Ejército en la Guerra Civil, se asiló "en Argentina", en circunstancia que debió decirse en la Legación Argentina.

Esa sede diplomática se encontraba en Amunátegui con Agustinas, en Santiago.  Allí, luego de permanecer desde el amanecer del 29 de agosto, donde escribió cartas a su familia y redactó, lo que ha sido considerado su testamento político, la misiva a sus correligionarios Julio Bañados y Claudio Vicuña, a las 8 de la mañana del 19 de septiembre de 1891, de un pistoletazo en su sien derecha, Balmaceda se quitó la vida.

También Edwin Dimter Bianchi, en carta al director, hizo notar el yerro cometido sobre dónde se asiló el ex mandatario. (21.09.2011).

Se deja constancia de otros correos. Julieta Guzmán Yáñez dice: "Me da pena y rabia ver cómo ya están proclamando a Allamand como candidato a partir de una tragedia, aún no se encuentran todos los muertos y se respira esa miseria humana".

Hugo Zamorano pregunta: "¿Por qué La Tercera no ha investigado más el fraude a las isapres o influenciado para que las autoridades del gobierno lo investigue? En términos monetarios, es extraordinariamente mayor, por ejemplo, que los robos a los cajeros automáticos. Mayor, porque estos fraudes  encarecen los seguros médicos de millones de chilenos, sacando a millares de ellos del sistema". Como para poner en pauta.

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