El impacto económico de Lollapalooza: los millones que deja el festival a Santiago

Según un estudio, la última versión de la cita inyectó más de US$33 millones a la ciudad.




El 29 y 30 de marzo del año pasado, gran parte de los asistentes a Lollapalooza fueron abordados en el Parque O'Higgins por un grupo de encuestadores, en busca de datos relacionados con los hábitos de consumo y el lugar de origen de las 140 mil personas que llegaron al evento. Los resultados del sondeo no sólo permitieron     determinar los distintos perfiles de los visitantes a la versión chilena del festival -tanto locales como extranjeros-, sino además medir el impacto económico que la cita tiene en la capital.

A una semana de la quinta versión criolla del encuentro musical, que este fin de semana reunirá a artistas como Robert Plant, Skrillex y Jack White, la productora Lotus dio a conocer los resultados del informe que se le encargó a a la agencia Ipsos Media, que entre sus conclusiones arroja una cifra contundente: en total, son más de 33 millones de dólares los que el festival deja a Santiago.

Según detalla el estudio, este  monto final corresponde a la suma de todos los ingresos relacionados al evento, los que en su mayoría vienen de parte de los propios asistentes, según ellos mismos declararon. Específicamente, de las cerca de 44.800 personas  (un 32% del total de público)   que llegan desde fuera de Santiago, y entre los que se cuenta un 9% de extranjeros.

Estos llamados "ingresos indirectos", que en total suman 20.3 millones de dólares, corresponden al aumento en el flujo comercial en servicios locales de turismo, hospedaje, movilización y alimentación, entre otros aspectos.

De hecho, según la encuesta, el gasto promedio por día de alojamiento o estadía, entre quienes visitaron Santiago en el marco de Lollapalooza, asciende a $93.872. Estas mismas personas declararon haber gastado, fuera del festival, un promedio de $16.500 pesos en servicios ligados al entretenimiento.

A todo lo anterior se les agregan los llamados "ingresos directos", que suman 9.5 millones de dólares, y que se desprenden de los gastos en que incurrió la propia producción del festival. Entre éstos, pago de patentes, arriendo de terrenos, contratación de servicios de seguridad, aseo y movilización, entre otros.

Finalmente, el estudio considera también los 4.7 millones de dólares  que obtienen los diversos proveedores de servicios locales ("gastos inducidos"), que ven un aumento en sus ganancias gracias a las operaciones que involucra el evento.

QUIÉNES VAN

Junto con el impacto económico que genera la cita musical, el estudio también arroja una serie de datos específicos sobre el público que participa del encuentro en el Parque O'Higgins, y que permiten ir afinando aún más el perfil de los asistentes al evento.

Por ejemplo, del 9% del público que llega a la cita desde fuera de Chile, dos tercios corresponden a personas de Argentina, Venezuela y Perú (con un 23% de representatividad respectivamente). Brasileños, estadounidenses, mexicanos y bolivianos son sólo un 4% de ese total de la audiencia foránea.

En cuanto al rango etario,  y aunque no parezca demasiado sorpresivo, los jóvenes son los que mandan, ya que casi la mitad de la audiencia (49%) corresponde a gente de entre 15 y 24 años.   Le sigue un 39% de personas de entre 24 y 34 años; un 10% de personas de entre 5 y 44 años, y sólo un 2% de mayores de 45.

El sondeo también  incluye  datos reveladores con respecto al género: de las 140 mil personas que asisten a Lollapalooza, un 57% son mujeres y un 43% hombres. Y, además, información útil para una potencial expansión local de la cita, con Concepción y Viña del Mar como destinos favoritos para una versión en regiones.

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