En el año del humor político, Vértigo vuelve a centrar sus fortalezas en Yerko Puchento
El programa de Canal 13 retorna con su séptima temporada y con Diana Bolocco en la conducción. La pareja de animadores asegura nunca saber con qué rutina aparecerá el personaje de Daniel Alcaíno.
El 10 de junio del año pasado, Vértigo cerró su sexta temporada con Martín Cárcamo y Cecilia Bolocco como anfitriones. Y aunque se especuló mucho sobre la continuidad de la ex Miss Universo, por lo atractivo y rentable de su figura, Diana, su hermana menor, deja en claro que es ella la conductora oficial del espacio de Canal 13: "Tuve que irme en la mitad del ciclo del año pasado porque tuve a mi guagua, pero ahora vuelvo con muchas ganas. Vértigo es mi casa, y ya son cuatro años junto a Martín".
El estelar regresa a las 22.30 horas de hoy con Ricardo Meruane, Pedro Engel, Rodrigo Salinas, Carolina Urrejola, María Eugenia Larraín y la chica reality Rubí Galusky como invitados, y serán ellos los que tengan que enfrentar la renovada artillería de Daniel Alcaíno con su siempre ácido personaje Yerko Puchento.
Lo que hará el actor en el estudio aún carga con cierta incógnita incluso para algunos miembros del equipo del espacio, ya que aunque ayer fue el ensayo general, son muy pocos los que conocen en detalle el guión de Alcaíno. "Lo que dice Yerko es una de las variables que no tenemos controladas como animadores. Antes de entrar al estudio, siempre paso a saludar a Daniel y a desearle éxito, pero él no menciona nada sobre su rutina. Realmente, nunca sabemos de qué hablará", declara Cárcamo, quien también recuerda que "en la primera temporada que hice Vértigo le pedí al equipo que me contara antes qué diría Yerko, pero me contestaron que no lo harían, porque los animadores también debían sentir el vértigo del programa".
A pesar de no tener idea alguna sobre los temas políticos y de contingencia que expondrán en pantalla Alcaíno y su guionista, Jorge López, ambos conductores saben que material hay de sobra para volver a ser el peak de rating del estelar y también para marcar pauta al día siguiente. Por ejemplo, en el primer capítulo de la temporada pasada, el actor repasó los casos Penta, SQM y Caval, y además atacó sin piedad a Sebastián Dávalos Bachelet, inmortalizando el apodo de "Epidemia con aros".
En todos estos meses, Alcaíno ha preparado su rutina con bastante tiempo, atento a las coyunturas más controversiales de los últimos meses. De hecho, en el equipo de Vértigo estiman que pueda aludir a personajes como Sergio Jadue. "Lo mejor de Yerko es que se hace cargo de un montón de temas que están en la palestra. El programa tiene mucho de actualidad y eso es gracias a su rutina. La gente lo espera porque lo que él dice es una especie de catarsis para todos los que están descontentos, y no tienen voz y solo pueden decir algo a través de las redes sociales. Yerko lo dice en pantalla y me encanta que sus rutinas no tengan censura y que el programa no busque cortarlo. Somos una tribuna muy importante", asegura Bolocco.
La pareja de conductores coincide en que muchas veces no está de acuerdo con algunos de los dichos de Alcaíno, pero que, según agrega, esa es una de las mayores gracias de Vértigo. “Siempre que aparece Yerko estoy con todos los sentidos bien puestos. Se genera mucha expectación en el estudio. Nos da risa pero también mucho nervio”, dice Cárcamo.
Por lo demás, el reestreno del personaje se da en un escenario sensible: el humor político volvió a la primera plana con el Festival de Viña, donde nombres como Edo Caroe, Rodrigo González o Pedro Ruminot desplegaron duros dardos contra personajes de la actualidad.
La pelea por el rating
Por otro lado, el programa de Canal 13 regresa a la pantalla cuando es el reality de Mega, ¿Volverías con tu ex?, el que lidera el horario prime de domingo a jueves. Junior MasterChef, por ejemplo, es uno de los últimos estrenos de la señal de Luksic que se ha visto perjudicado por el liderazgo del espacio.
Pero el que los números estén inclinados a favor de Mega no es una novedad para los que hacen Vértigo, puesto que el año pasado fue la teleserie turca ¿Qué culpa tiene Fatmagül? la que les complicó la sintonía. “El gran valor que tenemos es que somos un programa en vivo y a esa hora no son muchos los que van en vivo”, explica Bolocco, mientras su compañero reflexiona: “Este programa representa un espacio catalizador que no se ve en las turcas, ni en las griegas, ni en las brasileñas”.
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