Más de alguno de los entrevistados se sorprendió en su primer encuentro con Tomás Achurra, quien a sus 24 años está decidido a estrenar el documento audiovisual  definitivo de la escena pop-rock chilena de los años 80. O “el relato de un fenómeno musical que se generó en un contexto adverso”, como indica el subtítulo de Toque de queda, proyecto que verá la luz en los próximos meses, y que se centra en los nombres más destacados surgidos entre 1984 y 1989.

“La música de los 80 no se ha podido replicar. Lo veo como una época dorada”, dice Achurra, periodista de profesión que debutará como director con un filme autofinanciado que nació como un proyecto de titulación, pero que con el tiempo fue expandiendo su alcance. Así, lo que inicialmente era una tesis sobre un músico puntual, terminó convirtiéndose en un documental sobre todo el movimiento surgido a mediados de aquella década, en el que se mezclan imágenes de archivo -tanto del contexto social como de conciertos emblemáticos de la época- con entrevistas actuales con los principales protagonistas de la escena.

Claudio Narea (Los Prisioneros), Carlos Cabezas (Electrodomésticos), Pablo Ugarte (Upa!), Juan Ricardo Weiler (Aparato Raro), Síndrome y Álvaro Scaramelli (Cinema) son algunos de los artistas que dan su testimonio en el filme, que esta semana liberó su primer avance en las redes sociales.

“Mi idea es que este documental funcione casi como leer un libro. En ese sentido, el relato se construye a través de los testimonios de los mismos protagonistas y la gente involucrada en la escena”, cuenta el director,  quien para el proyecto decidió también registrar las voces  de expertos y testigos de la época, como los locutores radiales Sergio “Pirincho” Cárcamo y Rolando Ramos, además de Hernán Rojas, actual conductor del dial y en cuyos Estudios Horizonte se grabaron varios álbumes destacados de esa década.

El 84 

A las de ellos se suman conversaciones con autores que han escrito libros relacionados con el tema, como Oscar Contardo (La era ochentera) y Emiliano Aguayo (Las voces de los 80). En ese sentido, Achurra reconoce que una de las motivaciones detrás de su película tiene que ver con la falta de material audiovisual que funcione como compendio de la época, salvo títulos como 80’s, el soundtrack de una generación, de Eduardo Bertrán, aunque éste “es más autobiográfico y la música no es lo central”, dice.

“El documental viene a dar respuesta a ciertas hipótesis, entre ellas, cómo la dictadura cívico-militar y el contexto influyeron en estos músicos. Y también cómo los movimientos musicales extranjeros, en especial lo que venía de Argentina, se replicaron en Chile”, detalla el autor, quien establece como hito  el año 1984, cuando se formaron bandas como Los Prisioneros y Electrodomésticos. “Hasta la primera mitad de los años 80 los grupos venían con la receta de los 70, como Aguaturbia o Tumulto , pero en 1984 se empieza a conjugar este nuevo movimiento musical con la masividad, lo que empieza a despertar el interés de las multinacionales”, explica el autor, que cierra su relato con la vuelta a la democracia y la aparición de nuevos estilos musicales.

Toque de queda está en su  última etapa de posproducción, y Achurra está en conversaciones para estrenarlo en alguno de los festivales de cine del segundo semestre, al tiempo que planifica una premiere a la que asistan sus protagonistas.b