Histórico

Estrenan primer filme no estadounidense rodado en IMAX 3D: "Stalingrado"

La cinta rusa, que narra episodio clave de la II Guerra Mundial, fue asesorada por expertos en efectos de "El Hobbit".

La primera película no estadounidense rodada en formato IMAX 3D, "Stalingrado", fue estrenada hoy en Moscú por el director ruso Fiódor Bondarchuk, que ha dado una nueva vuelta de tuerca a las innovaciones tecnológicas introducidas por "Rescatando al soldado Ryan" de Steven Spielberg.

"Todos sabían que estaban participando en la batalla más sangrienta de toda la historia de la humanidad", señala al comienzo de la película el narrador, el propio Bondarchuk, el cineasta ruso más taquillero de la última década.

Contra la opinión de los productores, Bondarchuk insistió en rodar la película sobre la "batalla más grande jamás contada" en 3D, de forma que el espectador sintiera el horror de los soldados soviéticos, carne de cañón del lema estalinista: "Ni un paso atrás".

El resultado es un grandioso espectáculo bélico que puede ser apreciado por espectadores de todas las edades y países, ya que la cinta no cae en ningún momento en el patriotismo barato o en la propaganda ideológica heredada de la Unión Soviética.

A imagen y semejanza de los primeros 20 minutos del desembarco de la película de Spielberg, "Stalingrado" contiene algunas imágenes sobrecogedoras como el avance de los soldados soviéticos en llamas contra las trincheras nazis.

O las escenas rodadas en cámara lenta de las luchas cuerpo a cuerpo entre soviéticos y alemanes, donde las armas de fuego dejan paso a las bayonetas y a los puñales, que provocan el chirriar de dientes entre los asistentes.

"Stalingrado cambió el rumbo de la guerra y de toda la Humanidad. La esperanza de vida de un soldado era de un día", señaló Yanina Studílina, actriz que se enamora en la cinta de un oficial alemán.

Con todo, tanto Bondarchuk como los productores aseguran que la tecnología permitió provocar en el espectador el "efecto presencial" y reducir la distancia entre la pantalla y la butaca hasta hacerla imperceptible, pero no sustituyó a los clásicos decorados.

Los productores de la cinta reconstruyeron durante varios meses el Stalingrado de 1942, en particular su célebre plaza roja, en una antigua fábrica de vodka no lejos de San Petersburgo, decorado que es ahora muy visitado por los turistas.

El argumento bebe de los innumerables episodios y leyendas que rodean la batalla, como las vividas en edificios como la Casa Pávlov, el nombre del sargento que recibió la orden de defender un edificio de cuatro plantas situado en la plaza Lenin y resistió heroicamente con su batallón durante dos meses el asedio alemán.

"La casa como símbolo del terruño, la patria, religión, Dios", dijo Bondarchuk, quien niega que haya colocado al mismo nivel moral a vencedores y vencidos.

Y es que el director, que contó con la ayuda de los especialistas que trabajaron en "El Hobbit" ha cedido gran parte del protagonismo a los alemanes, en particular a un oficial alemán, interpretado por Thomas Kretschmann.

"Creo que a los alemanes les gustará mucho esta película. Nunca participaría en una película que glorificara la guerra. No hay gloria en la guerra. La guerra es sufrimiento y muerte. Debemos ser mejores que eso", declaró el actor alemán residente en EEUU.

Kretschmann, que ya participó en la versión alemana de "Stalingrado" (1993), se enamora de una joven rusa, magníficamente interpretada por Studílina.

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