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Etienne Lavigne: "No sabemos si el gobierno de Chile quiere o no el Dakar"

El director de ASO Etienne Lavigne asegura que tienen la intención de volver con la prueba al país en 2017, pero que no encuentra las personas ni la voluntad necesaria para cerrar el acuerdo.

Si bien el Dakar 2016 comienza el 3 de enero en Buenos Aires, el francés Etienne Lavigne está viviendo su Dakar personal. En las últimas semanas, él y su equipo en Amaury Sport Organization (ASO) han debido trabajar contra el reloj para armar una prueba que se mantenga competitiva, ante la deserció sorpresiva de Perú en agosto pasado.

Con ese descarte, la primera parte de la octava edición del Dakar en Sudamérica desapareció y Lavigne, junto a su nuevo director deportivo, el ex piloto español y multicampeón de la prueba, Marc Coma, diseñaron una ruta que los dejó satisfechos. Así lo reconoce en Buenos Aires a La Tercera, en uno de los escasos tiempos muertos antes de la presentación oficial.

¿Cómo fueron las últimas semanas de trabajo para confeccionar la ruta del Dakar, después de la deserción de Perú?

Fueron momentos muy complicados con la renuncia de Perú. Hemos hecho siete semanas de reconocimiento muy rápido para recuperar tiempo y crear el itinerario de una semana completa. Fue un trabajo enorme y tanto para mí como para Marc fue una grata sorpresa, de descubrirnos en un momento de estrés. Fue una buena experiencia común. Tenemos un recorrido de calidad, un recorrido netamente Dakar, con todos los terrenos posibles, excepto las dunas de Copiapó, lamentablemente, pero eso es otro tema.

En julio decía: "Perú tiene todo lo que queremos del Dakar". ¿Qué perdieron con esta deserción y qué debieron buscar con urgencia en Argentina y Bolivia?

Teníamos una primera semana interesante, donde se apelaba a la navegación de los pilotos, y con un terreno desértico que es muy parecido a lo que es Egipto, por ejemplo. Es una decepción no tener a Perú en el Dakar y lamentamos su ausencia, después de haber perdido el desierto de Atacama.

¿Encuentra alguna explicación por la baja de tripulaciones para esta edición? Son 51 menos que en 2015.

Hay dos razones. La ausencia de Chile y Perú afecta, son países que de donde venían varios. Y lo otro es el cambio de itinerario, que es diferente para competidores que prefieren correr en dunas y arenas. El piloto tipo del Dakar prefiere etapas rápidas, de dunas y navegación. Sin las etapas de dunas es diferente. Hay otros factores, como los problemas económicos de Europa, también.

¿A qué aspecto se apeló con Marc Coma en la confección de rutas?

La relación con Marc es excelente. En mi filosofía de trabajo estoy siempre buscando novedades. No me gusta copiar y pegar. Lo mejor es organizar eventos diferentes y me gusta la idea de mezclar generaciones. Él va a aportar como viejo piloto y yo lo secundaré como novel organizador (risas). Él tiene una visión distinta, más fresca, y estoy convencido que a futuro él podría tomar mi posición y tener alguien que le ayude.

¿Está en dudas la continuidad de Argentina con este nuevo gobierno?

No, ¿por qué no? No tengo miedo. Será otra historia, con otras personas. Tuvimos lo mismo en Chile, cuando partimos con la presidenta Bachelet, cambiamos al presidente Piñera y luego nuevamente con Bachelet. Ahora, si no hay interés de Argentina para recibir el Dakar, veremos qué hacer, pero no creo que eso suceda.

La salida de Perú, ¿afecta de cierta forma la idea de proyectar el Dakar a Colombia y Ecuador, como alguna vez se especuló?

Sí, porque es un país clave en las ideas que tenemos en el norte del continente. Sin Perú es imposible llegar allá, por Bolivia no se puede. Estamos en una dinámica de armar una ruta norte-sur, la idea de unir Santiago hasta Cartagena de Indias. Para el proyecto tenemos el acuerdo del presidente Juan Manuel Santos de Colombia, en Ecuador están muy interesados. Pero desafortunadamente con la salida de Perú se corta todo.

En abril decía que su voluntad era volver a Chile en 2017 y que esperaba que el Gobierno estuviera en la misma línea. ¿Su voluntad ha cambiado?


No, nuestra voluntad sigue siendo la misma.

¿Y la del gobierno de Chile?

Hasta el día de hoy, no. O sea, hemos estado en contacto permanente con ellos, pero sinceramente no sabemos si quieren o no el Dakar. Tampoco sabemos si avanzamos o no.

O sea, la situación es igual a la de marzo.

Sí. Hicimos una propuesta para 2017, con una largada en Santiago o Valparaíso, ciudad del que soy fanático. Pero ahora estamos en una situación de esperar.

¿Tampoco se ha hablado de eventuales términos o montos de dinero para volver?

No, porque para poder negociar necesitamos encontrar a las personas adecuadas y, hoy, esas personas no las hemos encontrado en el gobierno de Chile.

Había un rumor que decía que el gobierno de Bachelet no quería el Dakar y hubo varios pilotos que aseguraron que la medida era política, más allá de la contingencia. ¿Concuerda con ello?

No conozco ese rumor y no tengo informaciones de este tipo.

Desde su punto de vista, ¿Chile debe volver al Dakar en 2017?

Obviamente, sí. Los chilenos harán lo que quieran, pero si hay una voluntad de tener la aventura del Dakar, se podrían escribir nuevas historias en Chile del Dakar. Además, el retorno y el impacto mediático es mucho mayor a la inversión que se hace. A Chile le cobramos seis millones de dólares por casi una semana. El MotoGP en Termas de Río Hondo cobra doce millones por tres días y 26 pilotos. Acá son más de 300, más toda la gente y la prensa que llega.

¿Entonces puede entender esta no voluntad de Chile?

Si el Dakar es bienvenido en chile, estaríamos muy contentos. Si no, continuamos por otros lados. Pero sin saber la posición oficial es difícil de hacer especulaciones.

¿El corazón del Dakar es Chile o Argentina?

El corazón es Chile, desde la primera edición, porque tiene una geografía única que es el desierto de Atacama y las dunas de Copiapó. Argentina es importante porque aquí nace la historia del Dakar en Sudamérica. Todo empezó acá, porque sin el apoyo político de Argentina no tendríamos cómo haber comenzado.

Mito o verdad: Carlo de Gavardo trajo el Dakar a Chile.

Cuando la leyenda es más linda que la verdad, hablaremos que la leyenda. Pero la verdad es que lamentablemente no por la leyenda, pero me gusta la idea. No es la realidad, pero Carlo tiene un lugar especial en el Dakar. También don Giorgio de Gavardo es una persona simbólica del Dakar. Pero el hombre más importante en Chile para 2009 fue Jaime Pizarro. Estuvimos encerrados dos días en París, sin salir a la calle, viendo cómo pasábamos con la caravana. Y resultó.

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