Típico que comprar mucha fruta y no ser capaz de comerla toda antes de que eche a perder, o guardar carne en el refrigerador y días después, al cocinarla, sabe extraño.

Y si bien ya comenzó el otoño, las temperaturas no parecen que comenzarán a bajar muy pronto, lo que hace que los alimentos duren menos en buenas condiciones.

Para evitar esto, una técnica muy útil es guardar los alimentos sellados al vacío, ya sea en potes o en bolsas. En el retail hay máquinas que hacen este proceso, como la FoodSaver de Oster.

Sellarlos al vacío permite conservarlos frescos hasta 5 veces más de lo normal, puesto que impide el paso del aire y de la humedad. Además, no solo se utiliza para guardar alimentos en el refrigerador, sino que también productos que no requieran guardar la cadena de frío.

Con esta técnica, carnes, pescados, frutas y verduras mantienen su textura, conservan sabores y se evita la putrefacción. Sin embargo,  Alejandra Espinoza, Gerente de Marketing de Oster, recomienda no guardar sellados verduras ni frutas que contengan mucha agua, como el apio o la lechuga.

Otro consejo, es utilizar frutas y verduras sin descongelar para hacer, por ejemplo, jugos o batidos. También es recomendable guardar en porciones pequeñas y tratar de escaldarlas, que consiste en sumergirlas en agua invierno e inmediatamente después introducirlas en agua con hielo, secar y congelarlas.