El Gran Premio de China que se correrá este fin de semana será la oportunidad de ver como quedará configurado el escenario tras la decisión de la FIA de declarar legales los polémicos difusores traseros, y validar así los puntos obtenidos en las dos primera carreras de la temporada.

En este contexto, las modificaciones en las escuderías serán claves para ver si alguien podrá hacerle el peso a Brawn GP, que parece no querer soltar los primeros lugares del podio.

Así, Ferrari ya confirmó que en Shanghai no utilizará la mejora electríca del freno regenerativo, más conocido como KERS, por primera vez en la temporada 2009.

"Renunciamos por motivos de seguridad y de fiabilidad", explicó el director deportivo de Ferrari, Stefano Domenicali. "Primero, debemos entender lo que pasa. No podemos asumir más tiempo el riesgo de rodar con el sistema", agregó.

La tecnología KERS almacena energía al frenar, que puede ser utilizada por el piloto al apretar un botón para darle mayor aceleración por hasta seis segundos por vuelta.

En tanto, se espera que Renault y McLaren alteren e "improvisen" el doble difusor trasero en Shanghai, aunque un verdadero rediseño de sus vehículos tendrá que esperar hasta el Gran Premio de Bahrein de la próxima semana.

Un diseño completamente nuevo requeriría un cambio del chasis y de la aerodinámica, y Ferrari es uno de los equipos que esperará hasta las carreras en Europa para implementar el nuevo difusor, que canaliza y distribuye el flujo de aire debajo de los vehículos.

Con lo anterior, se anticipa que Brawn, Toyota y Williams mantendrán su ventaja en Shanghai.