Es el pariente millonario de Top Chef. Un reality que no pone a competir a emergentes nombres de la cocina, sino que se propone reunir a algunos de los chefs más reconocidos de ese país y elegir al nombre más "top". Y el experimento de Top Chef Masters resultó.

Hoy a las 23 horas por Sony (señal 32 de VTR y 503 de Movistar) se exhibe el último capítulo de la primera temporada de este reality derivado de Top Chef y que fue diseñado como un relleno para esperar la nueva temporada de su programa madre. Pero en varios aspectos, la opción con nombres consagrados funciona mejor que su antecesora.

Uno de los factores que diferencia para mejor esta versión es que como los concursantes compiten por dinero para una caridad y se trata de chefs realmente exitosos, el ambiente del programa es más lúdico y cooperativo. No fue extraño ver a los cocineros ayudándose los unos a los otros, alabando el trabajo ajeno o admitiendo debilidad.

Además, el formato de la competencia también resultó acertado, con rondas eliminatorias entre un grupo de consagrados para llegar a la "championship round" que sólo conservó a los triunfadores de sus respectivos grupos.

Y el sistema de evaluación, a través de estrellas, también le dio un aire de mayor rigurosidad y objetividad a las calificaciones que lo que se ve en Top Chef habitualmente.

Esta noche, se enfrentarán los últimos tres chefs: el experto en cocina mexicana Rick Bayless, el francés Hubert Keller y el chef de comida italiana Michael Chiarello en un desafío que nuevamente pondrá a prueba sus capacidades de trabajar bajo presión y con límites definidos, un factor que pareció causarle problemas a más de un chef durante la competencia.