Histórico

Inquilinos de la "casa del horror" en Austria relatan su experiencia

Desde 1984 Josef Fritzl arrendó dormitorios a 100 personas, quienes afirman que oían ruidos raros, que se les desaparecía la comida y que les extrañaba el alto gasto de luz que tenía la casa.<br />

Impactantes testimonios entregaron a la policía los 100 inquilinos que han arrendado dormitorios desde 1984 en la "casa del horror" en Austria. Allí Josef Fritzl (73) encerró en un sótano y violó sistemáticamente a su hija, Elisabeth (42), con quien tuvo siete hijos, uno de los cuales murió, mientras otros tres quedaron también recluidos. 

Sepp Leitner contó que alquiló a principios de los 90 una pieza en la propiedad del "monstruo de Amstetten", como lo ha denominado la prensa europea, arriba de la celda, y que le llamaba la atención lo alto que le salía la cuenta de luz. A pesar de que vivía solo y que no poseía electrodomésticos, los gastos en electricidad alcanzaban más de US$ 500 trimestral. Ante ello, el hombre llamó a un electricista, que no le pudo explicar lo que pasaba, ya que incluso con todo apagado, el contador seguía marcando. Aunque nunca escuchó voces, Leitner afirma que su perro Sam ladraba mucho cuando pasaban por las escaleras que conducían al sótano, pero que nunca se imaginó que era porque allí estaban encerradas personas. 

Otro hecho que afectó no sólo a Leitner, sino que a varios inquilinos, fue que se les desaparecía comida. Además, varios arrendatarios contaron a la policía que vieron a Fritzl a altas horas de la noche con bolsas de supermercado dirigiéndose al sótano. Por su parte, un inquilino que aún vive en la "casa de los horrores" dijo que ahora "me explico por qué siempre oía ruidos de martillazos y como si cortaran algo". 

Otro arrendatario sostuvo que oía ruidos de objetos cayendo al suelo y que cuando le preguntó a Fritzl, él le respondió que era el sistema de calefacción. Los inquilinos tenían prohibido usar el jardín y entrar al sótano.

Según reveló Elisabeth a las autoridades, mientras estuvo encerrada en el sótano siempre defendió a sus hijos para que no fueran abusados por Fritzl. La mujer tenía acostumbrados a los menores a irse a un dormitorio y poner el televisor fuerte cada vez que el hombre tenía sexo con ella. 

Además, ayer se dieron a conocer actas judiciales que confirman la implicación de Fritzl en casos de violación en 1967. Ese año violó a una enfermera de 24 años, por lo que estuvo detenido 18 meses. La sentencia fue breve porque el juez determinó que debía volver con su esposa e hijos. Ese mismo año intentó abusar de una mujer de 21 años sin éxito y violó a otra joven, que acaba de acusarlo. 

La cuñada de Fritzl, Christine R, reveló que él era golpeado diariamente por su madre cuando era un niño.

DIFÍCIL CAMINO

Una de las personas que vivía con Elisabeth en el sótano era su hija Kristen, de 19 años, que hoy en coma. Los médicos dijeron ayer que es difícil que la joven mejore, ya que le han fallado gran parte de los órganos.

Según informaron ayer las autoridades del hospital, Félix (5) y Stefan (18), quienes vivían con su madre en el sótano, están en buen estado físico. Sin embargo, este último tiene problemas de equilibrio y coordinación. Por su parte, Félix tiene más oportunidades de recuperarse de lo vivido, por su corta edad. En el hospital donde están se ha equipado una habitación con menos luz, para que puedan acostumbrarse de poco a vivir con luz solar, lo que no habían hecho antes. 

Por su parte, Fritzl está aislado en el Centro Penitenciario de Sankt Pölten, ya que las autoridades estiman que los reos podrían lincharlo.

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