Sorprendiendo a todos, incluso a los directivos de su propio club, el base estadounidense Jason Williams, reconocido por sus impredecibles asistencias y locuras en la cancha, anunció su retiro oficial del básquetbol profesional de la NBA a los 32 años.

Tal fue la sorpresa del anuncio hecho por "Chocolate Blanco", que incluso los propios directivos de Los Angeles Clippers, cuadro donde había fichado hace pocos meses, negaron haber estado avisados de antemano sobre este sorpresivo anuncio.

Si bien Williams hace un tiempo venía bajando el rendimiento que lo mantuvo en lo más alto hace algunos años, había logrado fichar por el cuadro angelino, donde se perfilaba con muchas posibilidades de alternar como armador junto con Baron Davis.

Mike Dunleavy, técnico de los Clippers comentó que el imprevisible jugador "nos había llamado diciendo que en un par de días decidiría su futuro. Nos dijo: 'No me siento con ganas de volver a jugar y creo que voy a mandar los papeles para retirarme'", agregando que la información "nos ha tomado por sorpresa, igual que a su agente".

HISTORIA DE "DRIBLES"

Jason Williams nunca pasó desapercibido en la NBA. Desde sus comienzos en los Sacramento Kings daba que hablar con sus pases extremos e imprevisibles, que muchas veces sorprendían no sólo a sus rivales, sino que también a sus propios compañeros que no comprendían al talentoso armador.

Tras un discreto paso Memphis Grizzlies, fue "reflotado" por los Miami Heat en 2006, cuadro donde junto a Shaquille O'Neal logró el ansiado anillo de campeonato que hasta hoy aparece como el máximo logro de su carrera.

Si bien "Chocolate Blanco" acumulaba críticas ante la gran cantidad de balones perdidos que acumulaba por partido debido a su ímpetu y vértigo a la hora de atacar el aro, sus 11,4 puntos y 6,3 asistencias por partido lo avalan para tener un lugar destacado entre las estrellas que han pasado por la NBA.

Entre sus tantos dribles a la hora de pasar el balón, recordado es su pase con el codo hecho durante su Partido de Novatos en el All Star Game, por lo que se ganó la idolatría de los hinchas.