La Carretera Austral en una moto
¿Quién dijo que no se puede llegar lejos en un vehículo económico? Aquí, un viaje de 1.600 km hasta el lago General Carrera por la carretera más mítica de Chile. Todo sobre una moto china de 200 cc.<br>
LA CARRETERA AUSTRAL
es como la Ruta 40 argentina o la 66 estadounidense, pero a la chilena. Tiene eso de mítico de algunos caminos, donde lo relevante no es llegar de A hasta B, sino que lo que importa es algo mucho más "profundo"... eso que sólo ha explicado bien el rock en canciones como Highway Star o Born to be Wild.
Y aunque la Carretera Austral, sus paisajes y caminos zigzagueantes invitan a "llegar y partir" a lo Easy Rider, la verdad es que hay que pensarlo dos veces. Lo remoto, inaccesible y complicado del clima son puntos importantes a tener en cuenta, sobre todo si la intención es realizar un viaje sobre dos ruedas, como es en este caso. Para muchos, un viaje así implica una moto concebida para la ruta, de alto caballaje y, por ende, cara. Pero, como dice el dicho: "querer es poder", y la posibilidad que actualmente ofrecen las motos de procedencia china en cuanto a precios, hacen que las posibilidades de realizar una travesía así se expandan a motoqueros de bolsillos más reducidos, pero no por eso menos entusiastas.
¿Las monturas escogidas para este viaje? Dos Euromot GXT, tipo enduro, de 200 cc, construidas en el gigante asiático, importadas por Yamaha, y que comúnmente se ven por las calles de Santiago como fieles compañeras de los muchos "motoboys" que recorren capital a contrarreloj.
Valor de las motos: $ 999 mil, preparación para el viaje: ninguna. Las motocicletas partieron con destino a Puerto Montt (y al inicio de la aventura) tal y como venían de fábrica. Todo, con un objetivo: llegar al lago General Carrera.
LENTO, PERO SEGURO
La Ruta 5 Sur es la primera prueba de fuego. La velocidad crucero es de 80 km/h (lo prudente según el cubicaje de las motos) y salvo uno que otro tractor o camión viejo, no rebasamos a nadie. Un par de KTM se pierden en el horizonte, luego un grupo de BMW. Nosotros vamos lento... pero seguros.
Es verano (la época idónea para realizar una travesía así a la Patagonia), pero es obvio que eso no garantiza buen tiempo en el sur. Una intensa lluvia nos acorrala en Temuco y nos enseña una importanle lección de motoviajero principiante: cuando vas por la carretera sobre dos ruedas, la lluvia duele. Por eso, mejor ir preparados. Un casco integral que cubra el rostro o un pasamontañas evitará más de algún dolor de cabeza (y de cara, por supuesto), tampoco olvidar guantes, chaqueta con protección, calzado duro y ropa impermeable, porque uno que otro aguacero caerá seguro. Aunque aprenderemos que para la lluvia no hay protección absoluta.
Lección N°2. Llegar a la plenitud de Carretera Austral por la vía chilena puede ser una verdera prueba a la paciencia. Si usted es de los que no le gusta improvisar, lo mejor es comprar el tícket de ferry con anticipación. Sino, se debe lidiar con la desinformación y jugar con el azar. No todos los días salen barcos desde Puerto Montt a Chaitén, por lo que en ocasiones hay que dirigirse hasta Chiloé u Hornopirén... y ahí es cuando hay que correr contra el tiempo. Y así lo hicimos, saliendo de madrugada desde Puerto Montt hacia Caleta La Arena (46 km), donde a las 07.00 se toma el primer transbordador hacia Hornopirén, lugar desde el cual sale el barco a Chaitén (a las 10.00). Además, hay que recorrer unos 40 km de camino de tierra en no buenas condiciones y, si se llega a tiempo, esperar por que haya cupo libre en el ferry. Por suerte, encontrar espacio en el barco para motocicletas es menos complicado que para otro tipo de vehículos, y en la mayoría de los casos es posible embarcarse sin inconvenientes. Durante la navegación (10 horas), comienzan a observarse los primeros indicios de paisajes vírgenes y verdes , que luego la Carretera Austral entregará con plenitud.
CARRETERA PROFUNDA
Llegar a Chaitén es extraño. Como otra secuela de la película Mad Max, la localidad se muestra en gran parte abandonada y tapada por la cenizas del volcán, que diera muestras de su furia en mayo de 2009. Aún así, la belleza del lugar es imborrable, y los que decidieron quedarse después de la catástrofe, han logrado organizarse y acceder a agua y luz a través de generadores. Cabañas como Don Carlos y Brisas del Mar se esfuerzan por entregar al turista todos los servicios básicos ($ 40.000 por noche ).
Ya estamos en tierra derecha. La noche en Chaitén sirvió para limpiar la sal marina de las motos y realizar el cambio de aceite. Labor para nada fácil en una localidad que se encuentra desabastecida, donde tampoco es sencillo conseguir alimento: en muchos casos, hay que distribuirse entre los dos almacenes que hay abiertos para conseguir provisiones y armar una cena.
La salida de Chaitén presenta uno de los dos tramos donde la Carretera Austral se encuentra pavimentada (24 km). El otro son los kilómetros cercanos a Coyhaique, desde el desvío a Puerto Cisnes hasta la altura de Villa Cerro Castillo.
El verde, combinado con las empinadas cumbres de la cordillera, se hace una escena habitual. El pavimento se acaba, y las motos mejoran el rendimiento en los estrechos y serpenteantes caminos de este tramo. De aquí en adelante, los recorridos entre poblados no serán cortos y se hace necesario planificar bien los puntos de alojamiento y repostaje de combustible.
Llegamos a La Junta (151 km), donde las horas de descanso por el arduo viaje pueden combinarse con una visita al lago Rosselot (10 km) o un pequeño trekking en el cerro del poblado, de no más de media hora de duración.
El viaje continúa al día siguiente en dirección a Coyhaique, no sin antes hacer una parada en el P.N. Queulat, que entrega excelentes vistas del Ventisquero Colgante, dispuesto a 200 metros de altura.
Con los cuidados mínimos, como no revolucionar demasiado y evitar los baches, la moto ha logrado batirse en estos caminos con propiedad, sin mucho que envidiar a máquinas grandes de más de 400 cc. Es más, incluso el ritmo adquirido permite sacarle ventaja a otros vehículos mayores y los 36 km por litro de rendimiento permiten planificar el viaje sin complicaciones de bencina.
Coyhaique se convierte en un punto ideal para establecer el "campamento base". En los alrededores de la reserva del mismo nombre, hay varios campings desde $10.000 diarios. Desde aquí, es imperdible una visita al lago Elizalde (33 km), un verdadero paraíso para los pescadores, y a Puerto Aysén (67 km), con su inconfundible puente colgante anaranjado, que es el más grande del país en su tipo.
Pero para llegar a nuestro destino final, aún queda un trecho difícil. Son 218 km, que combinan altas pendientes, curvas cerradas y sectores llenos de hoyos, que para los automóviles pueden ser una pesadilla, pero para los motociclistas aficionados al off-road llegan a ser hasta entretenidos. Hay que tener claro que el único lugar de recarga de combustible es Puerto Río Tranquilo, al final del trayecto, y no siempre tiene funcionando su bomba, por lo que es bueno llevar algún tipo de reserva. En el primer tramo, el frío cala los huesos, ya que la carretera asciende las montañas. Del otro lado, esperan postales asombrosas como el bosque el Bosque Muerto y el pomposo Cerro Castillo, formación natural de 2.300 m que se asemeja a una fortaleza y es visible desde la carretera. Ahí, la localidad de Villa Cerro Castillo es ideal para descansar pies y brazos, tomar un café y recargar energías.
El camino sigue, y el frío y el polvo se vuelven agotadores. Pero el esfuerzo vale la pena: en Puerto Río Tranquilo, el lago General Carrera de la bienvenida con todo su esplendor. Es el final del recorrido... Y también, el epílogo de la pequeña gran hazaña de estos 200 cc Made in China.
Guía
La Carretera Austral tiene una estensión de 1.240 km desde Puerto Montt hasta Villa O'Higgins.
Barcaza Puerto Montt-Chaitén: $19.500 por moto y $16.000 pasajeros. www.navieraustral.cl
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