Terminada la definición por penales en la que O'Higgins logró quedarse con la Supercopa ante Iquique, Eduardo Berizzo bajó al camarín que su equipo ocupó en San Carlos de Apoquindo. Ahí estuvo sólo cerca de tres minutos. Lloró. Lo delataron los ojos vidriosos con que volvió a la cancha para recibir la medalla por el título, su segunda conquista con el equipo rancagüino. Estaba eufórico, tanto como en la final de diciembre, cuando doblegaron a Universidad Católica, la corona que lo hizo entrar en la historia del club de la Sexta Región.

Celebró como un niño en la cancha, junto a su familia y a su esposa, Valeria. Después se unió a sus jugadores. Quería registrar el momento y se lo pidió a sus pupilos y al cuerpo técnico. "Muchachos, saquémonos una foto todos juntos con la Copa", les manifestó. Era su última orden al plantel.

La imagen cierra su paso por el equipo celeste. "Se cierra un ciclo maravilloso y comienza otro mejor. Es inevitable sentirse emocionado. Estamos muy felices", dijo.

El entrenador, quien partirá a la UC, ya le comunicó a la dirigencia de O'Higgins que dejará Rancagua. Lo hizo el lunes, en una reunión donde estuvo el presidente del club, Ricardo Abumohor; su hermano, Roberto, y Cristián Abumohor, presidente de la Comisión Fútbol.

"El cumplió un ciclo, pensó que tenía que cambiar de aire. Le deseo la mejor de las suertes y seguiremos juntos, porque creamos lazos fuertes", dijo el timonel celeste.

Ya más calmado, Berizzo comentó que "no continuaré en O'Higgins. Es tiempo de encontrar otro rumbo. No seguir fue una decisión dolorosa, no fue fácil, ya que en este club me sentí muy a gusto y encontré gente muy comprometida".

El DT volvió a recalcar que "no he hablado con nadie de mi futuro y lo imaginaré hacer después de que me sienta descansado y con energía para volver a dirigir".

En rigor, el adiestrador se tomará unos días de vacaciones y luego sellará su vínculo con la UC por dos años. En San Carlos esperan presentarlo la segunda o tercera semana de mayo.

Anoche, durante la celebración de la Supercopa en las parrilladas Tomacho, se despidió por última vez de O'Higgins.