Un 6 de abril del 2010 Lionel Messi comandó el triunfo de FC Barcelona ante Arsenal por la Champions League. El astro argentino anotó cuatro tantos y tras el compromiso recibió la particular visita en camarines de un ex goleador, el italiano Roberto Baggio.

Ambos jugadores no se conocían y la presentación entre los goleadores fue obra de Josep Guardiola, entrenador de los "azulgranas" quien fue compañero de Baggio en Brescia.

En los vestuarios del Nou Camp, Guardiola llamó a Messi, quien tras su gran actuación se acercó y conoció a Baggio. El ex DT de Barcelona fue el encargado de dar pie a la conversación que se prolongó por dos minutos.

Baggio le reveló a Messi que le gusta viajar a Argentina, que visita mucho la Pampa transandina, lugar que no conoce el nacido en Rosario.

Guardiola alabó a su ex compañero de equipo en Brescia a quien destacó que con 31 años y siete operaciones en una de sus rodillas fue el mejor jugador con el que pudo compartir en un terreno de juego.

El ex goleador de la selección italiana aconsejó a Messi, quien escuchó atento y antes de despedirse bromeó con el argentino, particularmente por la "barriga" que presenta Baggio, quien culpó a la carne argentina de ser la culpable de su subida de peso.