Ana Ivanovic interrumpió sus entrenamientos para otorgarle una extensa entrevista a la glamorosa revista Vogue, donde reconoce la presión que sintió cuando logró el número uno de WTA, tras ganar Ronald Garros, el año pasado.

La atractiva tenista serbia, además, efectuó llamativas fotos para la publicación, donde asegura que tras el torneo galo "todo el mundo me perseguía, veían lo que hace o lo que hablaba".

Luego Ivanovic reconoce que "ser número uno es maravilloso, pero es muy difícil llegar". La tenista asume que "la presión de los medios de comunicación fue intensa y abrumadora. Y yo estaba muy molesta", comentó.