En tiempos convulsionados como los que vive nuestro fútbol es necesario separar el polvo de la paja. Mientras hay clubes que tratan de ponerse en pie, otros empiezan a buscar en el patio ajeno a quién levantar. Y mientras en nuestras canchas sigue pasando un exagerado número de extranjeros sin currículum, hay algunos que se destacan por lo alto. Jugadores que marcan diferencias desde el camarín hasta la cancha.

En esto, no es casualidad que O’Higgins le apunte a los nombres. De hecho suele ser víctima del levantamiento masivo de sus futbolistas.

Esta vez es el turno de Gastón Lezcano. El Gato. Objeto de deseo de los grandes y de algunos clubes sudamericanos. La razón es bastante simple. Es un futbolista con una inteligencia de juego por sobre el promedio. Además de tener un excelente entendimiento de juego posee olfato, no por nada fue el goleador de su equipo sin ser necesariamente un delantero neto. Generalmente ocupa una posición intermedia donde colabora en la creación de la jugada. Algo inconstante durante los 90 minutos pero muy astuto cuando se mete al área a definir.

¿Qué le está faltando? Consolidar su juego durante un año completo para demostrar que puede mantenerse en el alto rendimiento en el largo aliento. Desde la creación de los torneos cortos son escasos los nombres que se han mantenido a tope.

La siguiente podría ser la gran oportunidad ¿Por qué en condicional? Porque el gato Lezcano termina contrato a fin de año, ocasión en la cual será jugador libre para negociar con quien desee. Para el club la oportunidad de venderlo es hoy y ofertas no faltan. Pero a sus 29 años quizás quiera esperar hasta diciembre para vender (o arrendar) su pase y asegurar un buen monto.

Soy de los que piensa que O’Higgins debiera ser protagonista constante. Un equipo para la pelea siempre y no torneo por medio. Guapearle a los grandes y disputar el protagonismo de cada fecha. ¿Por qué? Porque tiene infraestructura y una administración más que eficiente. Porque es una plaza donde los grandes se sienten visita y porque se equivoca muy poco en los nombres que trae. Por esta razón es que Ricardo Abumohor, un conocedor del fútbol chileno, debiera asegurar hoy a este nombre y salir a disputar el próximo torneo desde el inicio.

Entendiendo que los rancagüinos necesitan hacer caja, quizás sea ésta la oportunidad de amenazar en serio a Católica, Colo Colo y la U (su principal cliente si de ventas se trata) en lugar de abastecerlos. Para esto, antes de pensar en refuerzos, es primordial mantener lo que tiene, porque probablemente sea el propio Lezcano, el mejor foráneo del torneo según sus pares, el llamado a darle O’Higgins esa “manito de gato” que tanto ha necesitado.