Histórico

Los 5 hitos que marcarán la economía internacional

El principal foco de atención estará en Estados Unidos, donde las políticas fiscal y monetaria podrían sufrir fuertes cambios tras la llegada al poder de Donald Trump. China se mantendrá como un factor a considerar, no por la posibilidad de un aterrizaje forzoso, sino por su alto nivel de deuda y la evolución del yuan. Los inversionistas también estarán atentos a Europa, donde habrá elecciones generales en tres de las mayores economías y donde debería darse inicio formal al Brexit.

imagen-ap_310700113769

Política económica en EE.UU.

Una de las grandes interrogantes en 2017 será el camino que seguirá la política económica de Estados Unidos. Durante su campaña, el Presidente electo, Donald Trump, prometió desembolsar hasta US$ 1 billón (millón de millones) en proyectos de infraestructura y reducir considerablemente los impuestos corporativos y a la renta individual. Sin embargo, no está claro si es que el Congreso -en manos de los republicanos- estará dispuesto a visar estas medidas que incrementarán el déficit fiscal.

De hecho, el nominado para dirigir la Oficina de Presupuesto, Mick Mulvaney, es un férreo defensor de los recortes en el gasto público para disminuir el déficit.

"El principal riesgo para el crecimiento global en 2017 proviene de Estados Unidos", sostuvo en un informe reciente Ethan Harris, cojefe de investigación económica global de Bank of America Merrill Lynch.

A su juicio, la administración Trump presenta dos amenazas: en primer lugar, un gran impulso fiscal podría causar un sobrecalentamiento de la economía y, en segundo lugar, medidas populistas agresivas en comercio, inmigración y la Reserva Federal podrían dañar la confianza y el crecimiento.

La política monetaria es otro factor que generará incertidumbre el año que viene, ya que diversos analistas han alertado que la Fed deberá ajustar las tasas de interés de manera más acelerada dadas las presiones inflacionarias que podrían provocar las medidas de la Casa Blanca.

En su última reunión a mediados de diciembre, las autoridades proyectaban tres alzas durante 2017, pero el mercado anticipa sólo dos incrementos.

China: elevada deuda y caída del yuan

La situación económica de China seguirá siendo un foco de preocupación para los inversionistas y los analistas, tal como ha ocurrido en los últimos dos años.

Si bien la actividad de la segunda economía del mundo parece estar mostrando signos de estabilidad con una expansión en torno a 6,5%, existen dos elementos que podrían agitar a los mercados el próximo año: la creciente deuda y la depreciación del yuan.

El rápido crecimiento que experimentó el crédito luego de la crisis financiera ha causado que el nivel de deuda en la potencia asiática se haya disparado desde 164% del PIB en 2008 a casi 247% del PIB en 2015. Este aumento explosivo ha llevado a algunos expertos a advertir sobre una potencial crisis.

Si bien las autoridades tienen los recursos suficientes para abordar cualquier problema en el sistema bancario, el gobierno ya ha expresado su voluntad de no cumplir con la meta de crecimiento de 6,5% entre 2016 y 2020 para reducir los riesgos a la estabilidad financiera.

En tanto, un descenso desordenado del yuan sería otro elemento que provocaría inquietud entre los inversionistas. Cabe recordar que los mercados ya se vieron bruscamente sacudidos en agosto de 2015 y en enero de 2016, cuando el Banco Popular de China llevó a cabo una inesperada devaluación del renminbi.

La moneda china se depreció más de 7% frente al dólar este año, la mayor variación anual desde que el organismo emisor flexibilizó su política cambiaria en 2004.

Los economistas pronostican que el tipo de cambio superará la barrera de los siete yuanes por dólar en 2017, un nivel visto por última vez en 2008.

Elecciones generales en Europa

Si este año estuvo marcado por las elecciones en Estados Unidos, el próximo ejercicio tendrá como hitos los comicios generales en Europa, particularmente en Holanda (marzo), Francia (abril) y Alemania (entre agosto y octubre).

En el primer caso, las encuestas revelan que el Partido de la Libertad, que defiende posturas populistas y antiinmigrantes, podría arrebatarle el poder al Partido Liberal, mientras que en Francia los sondeos muestran que es altamente probable que la ultraderechista Marine Le Pen pase a segunda vuelta, aunque en dicha instancia sería derrotada por el candidato de la centroderecha François Fillon.

En tanto, la canciller alemana, Angela Merkel, ya anunció que buscará su cuarto período al mando de la principal potencia del bloque, aunque expertos han advertido que su política de apertura a los inmigrantes y el reciente ataque terrorista en Berlín podrían socavar su apoyo.

¿"Hard" Brexit o "soft" Brexit?

Una de las mayores sorpresas que marcó el ejercicio actual fue la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea. El Brexit no sólo provocó una alta volatilidad en los mercados internacionales, sino que también llevó al entonces primer ministro británico David Cameron a dimitir.

Su sucesora, Theresa May, anunció en octubre que el proceso formal de negociación se iniciará a más tardar a fines de marzo, lo que implica que el país saldría definitivamente del bloque a mediados de 2019.

Lo que aún no está claro son las condiciones que la UE fijará para que la isla deje de ser miembro del bloque. La administración de May busca un "soft Brexit", es decir, un acuerdo que incluya términos favorables para el país, sin embargo, algunos de sus socios comunitarios han abogado por un "hard Brexit", lo que se traduciría en cláusulas con impactos negativos para el mercado británico.

La mejora de los commodities

El proceso de corrección que comenzaron a vivir las principales materias primas en 2011 tocó fondo a inicios de 2016, cuando el Índice de Commodities de Bloomberg llegó a 72,87 puntos, su mínimo histórico desde que comenzó el registro, en 1991. El petróleo y el cobre son dos buenos ejemplos: el WTI -de referencia para Estados Unidos y Chile- se desplomó a US$ 26,21 el barril en febrero, su nivel más bajo en casi 13 años, mientras que el metal se hundió a US$ 1,955 la libra en enero, precio que no se veía desde mayo de 2009.

Desde entonces, ambos recursos se han recuperado y esta tendencia continuaría en 2017. Los analistas proyectan que el combustible podría cotizarse entre los US$ 50 y los US$ 60 el barril si es que los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y sus rivales cumplen el acuerdo de recorte de producción. En tanto, el valor del cobre fluctuaría entre US$ 2,20 y US$ 2,50 la libra.

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

No sigas leyendo a medias

NUEVO PLAN DIGITAL $1.990/mesAccede a todo el contenido SUSCRÍBETE