Cada delfín tiene un silbido particular que es enseñado por su madre cuando este nace y que es usado para indicarles a los otros su presencia. Es decir, es sonido es su nombre. Pero además de reproducir su propio chirrido, son capaces de reproducir los de otros delfines para llamarlos. Así lo reveló un estudio publicado en la última edición del Proceedings of the Royal Society B.

El análisis marca el siguiente paso en una investigación iniciada hace 50 años, cuando se descubrió que estos mamíferos tenían un silbido personal para presentarse a otros delfines, cumpliendo la función que para los humanos, tiene el nombre.

Este nuevo descubrimiento mostró que los delfines de un grupo fueron capaces de copiar un silbido y reproducirlo cuando el dueño de ese sonido se alejaba, con la clara intención de llamarlo. De acuerdo con Stephanie King, principal autora del estudio e investigadora de la Unidad de Investigación de Mamíferos de la Universidad de St. Andrews, la función social de esta forma de comunicación es parte de los códigos culturales y de convivencia de esta especie.

"Un delfín emite su silbido característico para proclamar su identidad y anunciar su presencia, permitiendo a los demás animales reconocerse entre ellos a largas distancias para integrarse al grupo e interactuar, los silbidos de los delfines para integrarse pueden ser escuchados hasta a 20 kilómetros de distancia, dependiendo de la profundidad del agua y la frecuencia. Esto respalda nuestra teoría de que los delfines copian el silbido distintivo de otro animal cuando buscan reunirse con ese individuo en específico", señaló King.

En la actualidad, el equipo de King ha empezado un nuevo estudio, reproduciendo estos silbidos con el fin de analizar la conducta del delfín llamado.