La

canciller alemana, Angela Merkel

, se mostró muy sorprendida hoy por el furor que causó el vestido de generoso escote con el que acudió el domingo a la gala de inauguración de la Opera de Oslo.

"La canciller se quedó un poco sorprendida", dijo en Berlín el portavoz gubernamental Thomas Steg. "No era su intención que el vestido provocara ese furor", agregó.

"Si el mundo no tiene nada más importante que hacer que hablar de un vestido de noche (...), no se puede hacer nada", continuó.

"En los próximos eventos festivos, la canciller seguirá eligiendo su armario según su gusto, sus ganas y humor", recalcó.

"Como una reina", "La nueva moda de Merkel" o "¿Puede pavonearse de esto Alemania?" son sólo tres de los titulares con los que hoy abrían algunos diarios alemanes.

"¿Cuánto escote puede mostrar una canciller?" preguntaba a sus lectores en una encuesta por internet el diario "Die Welt".

Mientras que el diario de masas "Bild" consideró que el vestido era "elegante" y "moderno", para otros muchos, la canciller alemana tendría que haber elegido, como la reina Sonia de Noruega y la princesa Mette Marit, algo más recatado para la inuguración de ese edificio cultural.